Los recibos de saneamiento que comenzaron a notificarse corresponden al último periodo de cobro y a los atrasos de hasta un máximo de cuatro años. Son estos efectos retroactivos los que están en discusión. Según el concejal de Facenda se han cursado alrededor de 400 notificaciones en parroquias como Campañó, Cerponzóns, Lérez, Xeve o Alba y hay constancia de al menos 60 reclamaciones por parte de los afectados. Algunas de ellas se aceptaron en primera instancia al comprobarse que no era técnicamente posible la conexión (como por ejemplo ser necesario pasar bajo una carretera de Fomento o por una finca privada), pero en una veintena de casos los afectados llegaron al TEA, un órgano municipal pero independiente del gobierno local. Quince de esos recursos ya se contestaron. Tres fueron rechazados por entrar fuera de plazo y se aceptaron doce: uno pese a que se comprobó que había una conexión clandestina, dos por la inviabilidad técnica y nueve por el incumplimiento del requisito formal de la notificación, según González Carballo.