La ausencia del PP de la votación final provocó que, oficialmente, el único voto contrario a la declaración del presidente del Gobierno en funciones como "persona non grata" en su ciudad fuera la de María Rey, concejala de Ciudadanos, que siempre se declaró partidaria de la continuidad de Ence. Pero quiso dejar claro que su rechazo a tal medida no significa aceptar decisiones del Ejecutivo central como "las políticas de austeridad" o a la corrupción que afecta supuestamente a cargos del partido.

Su desacuerdo es, de entrada por "perder el tiempo con iniciativas partidistas, con más repercusión mediática que real en la vida de los pontevedreses". "Decimos no -añadió- a que el pleno empleo el tiempo en iniciativas irrelevantes que no solucionan problema algunos en la ciudad". Pero además, reprochó al gobierno local y a los otros dos grupos que propusieron la reprobación que se consideran representantes de la totalidad de los ciudadanos. Muestra de esa división se plasmó en la asistencia del público ayer, de ahí que María Rey preguntara a BNG, Marea y PSOE ¿con qué derecho os creéis para decidir en nombre de todos los pontevedreses". Echó mano de las redes sociales para leer algunos mensajes de personas que se oponían al acuerdo municipal de ayer.

A su juicio, si se entra en la dinámica de "buscar culpables y no soluciones, nos faltarían horas para declarar personas no gratas a los que anteponen llenar sus bolsillos y sus intereses particulares al interés general", por lo que emplazó a todos a "dejar de lado la vieja políticas y hacer frente a los verdaderos enemigos: la corrupción, el paro y el sufrimiento de la clase media trabajadora".