La Concejalía de Deportes instalará termómetros en todas las instalaciones deportivas municipales para controlar la temperatura del agua como medida para prevenir posibles contagios por Legionella. Los pabellones de Baltar y Vilalonga y los campos de fútbol de Noalla, O Revel y Sanxenxo dispondrán de estos termómetros la próxima semana, para garantizar que la temperatura del agua no baje de los 60 grados. Así lo exige la normativa sanitaria, en vigor desde hace al menos una década, y que obliga a la instalación de estos dispositivos en los sistemas de distribución de agua caliente sanitaria con circuito de retorno. La Concejalía de Deportes, dirigida por Jesús Sueiro, busca así adaptar las instalaciones municipales a la normativa sanitaria vigente, así como garantizar las mejores condiciones para los usuarios, por lo que periódicamente se realizan operativos de desinfección en todas las instalaciones.