Las alegaciones a A-57 en Barro no solo afectan al último kilómetro de la "CO-3 con mejoras". En el municipio también están descontentos por cómo afecta este diseño en su unión entre Pontevedra por el Pontillón do Castro en la parroquia de Portela, por lo que también se incorporan peticiones de corrección en este sentido.
Señalan que la propuesta de Fomento sigue sin aceptarse la construcción de una glorieta a su paso bajo la N-550, una solución de "seguridad", según el propio alcalde, y que ya estuvo prevista en su día por el MOPU, llegando a tener presupuesto para la obra que no se llegaría a concretar. El alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes, explica que consideran que la cita glorieta es "imprescindible" para la conexión de la N-550 con la vía local de San Amaro, con la autonómica PO-224 y un ramo de la antigua N-550 que funciona como vía local para viviendas y negocios en la zona. Consideran esta infraestructura necesaria además para permitir el cambio de sentido que en este momento solo se puede hacer en el casco urbano de San Antoniño. "De no ejecutarse dicha glorieta en el transcurso de la ejecución de la A-57 quedaría hipotecado de cara al futuro tanto el servicio de las carreteras existente como el futuro del polígono industrial de Caeiro, previsto en esa zona y que tiene ya aprobado el plan sectorial", mantiene Abraldes. La propuesta de alegaciones del Concello incluye la una glorieta en lugar de los dos viaductos previstos para evitar la construcción de un nuevo vial de acceso al antiguo de la N-550.
