Una tensa y larga junta de portavoces en la jornada de ayer, tras nueve meses de gobierno en minoría, con las "pinzas" de la oposición acorralando cada vez más al BNG, en especial en el caso de los "lombos", han hecho saltar al alcalde, Miguel Fernández Lores. En vísperas de un nuevo pleno municipal, el próximo lunes, donde PP, PSOE, Marea y Ciudadanos tratarán de poner coto una vez más a la instalación de esos pasos sobreelevados, Lores dejó ayer claro que no cumplirá ninguno de los acuerdos plenarios al respecto, y lanzó un claro reto a la oposición: "Si quieren gobernar, que pacten y presenten una moción de censura, pero mientras tanto, nosotros vamos a gobernar y no lo vamos a hacer con principios distintos a los que nos convirtieron en la fuerza más votada", al borde de la mayoría absoluta.

Consciente de que las cuatro fuerzas de la oposición municipal difícilmente se pondrán de acuerdo para pactar un cambio de gobierno, como ya han admitido sus propios portavoces en varias ocasiones, Lores subrayó con insistencia en que "la oposición no puede gobernar, por mucho que crea que sí", de modo que sus acuerdos, con el rechazo del BNG, no se cumplirán. "Vamos a seguir poniendo lombos", enfatizó el alcalde.

Este "estallido" verbal de Lores se produjo después de una larga, y aparentemente tensa, junta de portavoces preparatoria del pleno del próximo lunes, una sesión sin apenas contenido salvo por las once mociones de la oposición, algunas de ellas dirigidas a la "linea de flotación" del modelo urbano nacionalista, en especial la petición del PP de que todos los "lombos" que se ejecuten a partir de ahora se ajusten en dimensiones y tamaño a los que propone el Ministerio de Fomento, en general más pequeños y suaves que los existentes en la ciudad. A esa iniciativa del PP se une otra del PSOE, aún pendiente de debate plenario, para abrir tres rutas sanitarias en dirección a Montecelo "libres de lombos", una medida que el BNG ya se ha negado a aceptar. De hecho, el alcalde recordó ayer que el PSOE, cuando dirigía la Concejalía de Urbanismo hasta mayo de 2015 "instaló lombos en la avenida de Lugo, porque esos proyectos los hacen los técnicos, no los políticos, y la ubicación, dimensiones y número de pasos sobreelevados se deciden con criterios técnicos".

Tras la reunión con Jacobo Moreira (PP), Agustín Fernández (PSOE), Luís Rei (Marea) y María Rey (Ciudadanos) Lores acusó a todos ellos de centrar exclusivamente su política de oposición en "desgastar al gobierno y obstruir el funcionamiento de la administración". Esgrime que "solo se dedican a pedir informe tras informe a los funcionarios y si se atendieran esas peticiones exageradas y sistemáticas se atascaría de forma improcedente la maquinaria. Lo que tienen que hacer es molestarse en examinar los expedientes, que están a su disposición, y no pedir que sean otros los que hagan su trabajo".

Sin posible pacto de gobierno

Recordó que "el BNG fue la lista más votada (con doce ediles frente a los trece que suma toda la oposición) con un modelo urbano refrendado en las urnas y vamos a cumplir nuestro programa", en especial en materia de seguridad vial, el plan "estrella" del BNG y que "la oposición pone constantemente en cuestión y quiere replantear ese modelo". Por ello, dejó claro que "las decisiones las toma el gobierno local y vamos a seguir implementando las medidas necesarias. No vamos a permitir que la oposición gobierne".

Es por ello que insiste en su reto a los demás grupos: "La solución es que esos trece concejales presenten una moción de censura, presenten un proyecto alternativo y un candidato a alcalde. Si no les gusta, que gobiernen ellos, con planteamientos distintos y tumben a este equipo". Pero después de nueve meses de "pinzas" de la oposición, tiene claro que no será la vía de la censura la que adopten los demás grupos pero el alcalde sí parece atisbar una tensión creciente para el resto del mandato. "Solo quieren obstruir y torpedear el funcionamiento del gobierno local", insiste.

De igual modo que es consciente de que Marea nunca llegará a un acuerdo de gobierno con el PP y Ciudadanos. y tampoco el PSOE llegaría a entrar en ese supuesto, Lores tampoco muestra interés en llegar a algún tipo de consenso con uno o varios grupos de la oposición para estabilizar la labor de gobierno en los más de tres años de mandato que aún restan. "Se tiene comentado en petit comité pero no están por la labor", señaló al respecto.

Sobre el escaso contenido de los plenos, sin apenas asuntos de calado por parte del gobierno, Lores se escuda en la Ley de Grandes Ciudades, que limita el papel de estas sesiones "al control por parte de la oposición", pero insiste en que muchos de los asuntos que los demás grupos llevan a los plenos "van contra nuestra linea de gobierno, y nunca lo aceptaremos. No es de recibo que la oposición decida la velocidad en una calle o fije las prioridades del Concello. Esa es la labor del gobierno y si quieren ser ellos los que gobiernen, que presenten una moción de censura", concluyó.