La cubierta original de De la Sota acabó mostrando problemas en materia de condensación y humedades, de ahí que en 1984 se encargara su reforma. Pero el tejado instalado hace treinta años tampoco fue la solución pese a que costó lo mismo que se gastará ahora. El proyecto actual destaca que el sistema actual impide acceder a toda la superficie y, por tanto, es "imposible su reparación y limpieza", situación que "provoca la aparición de multitud de goteras justo encima de la pista de juego, que se fueron solventando a base de reparaciones de carácter provisional". No es infrecuente ver cubos sobre la pista recogiendo el agua que cae del techo.

Incluso se asegura que "en cualquier momento se puede producir la suspensión de partidos oficiales a causa de la aparición de goteras que incidan directamente sobre la pista y que no puedan ser reparadas de manera inmediata". Y es que la ciudad carece de un pabellón de competición alternativo. La idea de ejecutarlo en A Parda se diluye ante la falta de fondos para ello y la constante paralización de ese proceso, que lleva al Concello a reformar el Pabellón de O Burgo sin disponer de esa alternativa.