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El plan de rehabilitación recibió solo un 15% de los proyectos esperados

Esta demanda por debajo de las expectativas de las ayudas del ARI podrían provocar la apertura de una segunda convocatoria

Ruinas en Don Filiberto. // R. V.

Tras la primera convocatoria de ayudas del ARI del casco histórico de Pontevedra (en el de Estribela se cumple ya una década de actuaciones con unos resultados más que positivos), sorprendió la escasa respuesta por parte de los propietarios de inmuebles en la zona vieja, dado que tan solo se presentaron 16 proyectos, cuando las expectativas hacían pensar en al menos un centenar de proyectos de rehabilitación para edificios de la zona monumental.

De hecho, en las partidas presupuestarias se reservaban 1,7 millones de euros para las ayudas que recibirían estos proyectos, mientras que el número de iniciativas que se tramitaron ante el Concello (y a las que ahora deberá dar el visto bueno la Xunta) se calcula que supondrán alrededor de 220.000 euros.

El escaso margen del que disponen los propietarios para acometer estas reformas, que deberán estar finalizadas antes del 31 de diciembre de este mismo año, podría ser una de las razones de esta escasa demanda. Lo cierto es que la demora por parte del Estado en la asignación de los fondos correspondientes a estas Áreas de Rehabilitación Integral provocó también un retraso en la convocatoria de las ayudas. El Concello, no obstante, anunció en enero la posibilidad de que a finales de este mismo mes se pudiera abrir una segunda convocatoria para optar a este tipo de ayudas.

Según el informe elaborado en su día precisamente para solicitar la declaración de Área de Rehabilitación Integral, el casco antiguo se extiende por una zona de 20 hectáreas en el perímetro que un día estuvo amurallado.

En este espacio se contabilizan un total de 1.700 viviendas y más de la mitad de ellas, según indican sus propietarios, necesitan algún tipo de obra de rehabilitación. A pesar de que un 55% de los vecinos del casco antiguo encuestados entonces manifestaron su interés en que la vivienda en la que residen fuera rehabilitada, esta disposición no se vio reflejada en el número de proyectos tramitados ante la oficina del ARI.

Precisamente, debido a que la subvención máxima a la que puede aspirar cada solicitante es de 11.000 euros por proyecto, con el tope del 35% del presupuesto total, todo hace indicar que en su mayor parte las obras de rehabilitación que se lleven a cabo tendrán como objetivo restauraciones parciales de fachadas, cubiertas, carpintería exterior y servicios interiores, aplazándose las grandes rehabilitaciones integrales que suponen presupuestos muy elevados que los propietarios de los inmuebles en peor estado parecen no poder, o al menos no estar dispuestos, a asumir por el momento.

Problemas de accesibilidad

El estudio presentado en su día también señala que un 20% de las viviendas están vacías y en él también se manifestaba un importante interés de los residentes por mejorar las condiciones de accesibilidad de unos inmuebles que carecen de elementos como ascensores o rampas.

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