Las inundaciones volvieron ayer a la calle Maceira de Combarro. A penas unos cuatro meses después de que se ejecutasen las obras cuyo único objetivo era acabar con los desbordamientos del río subterráneo que baja canilizado por el lugar, las lluvias volvían a afectar a garajes y trasteros, evidenciando la ineficacia de una obra muy esperada en el lugar, pero que solo tuvo resultados positivos en la calle Pé da Porta.

El desbordamiento del río a través del alcantarillado se concentró en la parte más próxima a la PO-308. Fue necesaria la intervención de la Policía Local y Protección Civil, además de operarios de Viaqua que, a pesar de que no tiene responsabilidades en este canal, realizaron labores de desatascamiento que no fueron definitivas. Y es que ya prácticamente entrada la noche, los trabajadores de al empresa que realizó la obra se veían obligados a abrir un tramo de la calle. Recordaba el alcalde, Luciano Sobral, que los trabajos están bajo garantía.

El presidente de una de las comunidades de vecinos del lugar, Claudio Tobío, mostraba su incredulidad por la ineficacia de los trabajos, que volvieron a anegar garajes. "La obra que hicieron fue un parche que no soluciona el problema. La gente está preocupada porque no acabe metiendo también agua en la avenida Almirante Regalado", señalaba el presidente de la Asociación de Vecinos de Combarro, Valentín Silva. Desde el PP, ya anunciaron que pedirán la máxima responsabilidad por las continuas inundaciones.

Además, una de las pistas del entorno de la iglesia tuvo que ser cortada por causa de un desprendimiento de tierra.