Amalia Álvarez Gallego nació el 10 de febrero de 1906 en Lugo, donde su padre ejercía como inspector de enseñanza primaria. La quinta de los seis hijos de Xerardo Álvarez Limeses y Dolores Gallego era aun una niña cuando, después de una corta estadía en Ourense, la familia regresó a Pontevedra.

Primero residieron en Santa María y luego en la calle Oliva. Amalia realizó sus estudios primarios en la escuela de la plaza de Martitegui y aún soltera hizo el primer curso de Magisterio, carrera que concluiría ya viuda para poder sacar adelante a las cinco criaturas.

Conoció a Alexandre Bóveda en los ensayos de la Sociedad Coral Polifónica, en la que ambos cantaban, y se casó con él el 20 de octubre de 1930 en la iglesia del monasterio de los Mercedarios de Poio.

Poco antes de que detuviesen a Bóveda, Amalia despertó llorando. Había soñado que un soldado lo mataba. "Pero Choliñas? Quen me vai querer facer dano a min?". Y lo mismo le dijo a los que le rogaron que huyeran. Pudo hacerlo por el balcón de la casa de los suegros, pero no quiso. "Quen me vai querer facer dano a min?". Lo detuvieron allí el 20 de julio. Lo condenaron a muerte el 13 de agosto. Lo fusilaron el 17, a la hora de la hija póstuma. Le pidió a Amalia que la llamara como ella y que en los días aciagos se cuidara mucho para que viniera bien. Lo llevaron a A Caeira por el puente de A Barca, desde el que se podía ver su casa. Amalia escuchó los disparos pero no supo que la habían dejado viuda hasta que al día siguiente se lo dijo su padre. Lo enterraron sin ella, solo los hombres de las dos familias. Durante años vistió de negro pero no pudo hacerle duelo. Tuvo que reponerse del dolor para sacar adelante sus cinco hijos.