"Tuvimos colas toda la tarde, no hemos parado", explica Cecilia Fontaíña, vecina de Valongo que desde hace años elabora las filloas en la fiesta de arranque del Carnaval de Pontevedra. Ayer necesitó de la ayuda de marido, Suso Couto, y de Cecilia Fontaíña para preparar las más de 2.000 raciones del tradicional postre de Entroido que se sirvieron en las horas de apertura de la fiesta.

Y tras la degustación, los capitalinos recibieron al rey Urco y a su séquito. El monarca del Carnaval pontevedrés llegó a la ciudad acompañado de las comparsas Os Canecos, Amoriños de Bora, Os da Caña, Las Flores del Carnaval, Os Solfamidas y Os do Val do Lérez para recoger en la plaza de A Verdura de manos del alcalde, Miguel Fernández Lores, el estandarte de la fiesta.

Vestidos de limpiadoras, de guardias, de Roelio o de Raphael, los integrantes de "Vamos a todo" subieron al escenario para ironizar sobre temas de actualidad: "Hacienda somos todos", afirmó Javier Pazos, Javito, en la lectura del pregón, "menos la infanta y el pagafantas de Urdangarín".

Canciones, parodias y vídeos ayudaron al repaso a la historia del Carnaval y a reírse de la ciudad "con lombos como percebes, es decir grandes como puños". Los pregoneros también pidieron un gran aplauso para el público porque "la grandeza del Entroido reside en los estáis aquí presentes, en las nuevas asociaciones que participan cada año y en los grupos que vienen de fuera". A todos ellos agradecieron el desparpajo, el humor y su contribución al "mejor Carnaval de Europa, el mejor de América, mejor que el de Dubai..."