El concejal del Partido Popular en Poio, Jorge Caldas, que el pasado viernes llamó "mala zorra y sinvergüenza" a la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, presentó ayer su dimisión acompañada de sus "disculpas" y como "gesto que evidencia" su "arrepentimiento por el error cometido". Desde el PP se habían sumado ayer a las denuncias del BNG y PSOE por el gesto de violencia verbal por los insultos machistas, aunque habían aplazado el "futuro" del ya exteniente de alcaldesa a una reunión mañana viernes con la alcaldesa de Moraña, Luisa Piñeiro, como señalaba en la mañana de ayer la propia regidora. Desde el PSOE llegaron a exigir al PP su dimisión y dar de baja de su militancia a Caldas. Los socialistas denunciaron el caso en la Fiscalía.

"Hace uno días realicé un comentario en mi cuenta particular de una red social refiriéndome a la presidenta de la Diputación, Carmela Silva en términos ofensivos e inadecuados", explica Caldas en el escrito en el que anuncia su dimisión, hecho pública por la tarde. En él, reconoce que "esas consideraciones, además de ser injustificadas e injustificables, ni se corresponden con una relación lógica entre adversarios políticos, ni se corresponden con mi opinión personal acerca de la señora Silva".

A través del comunicado, le trasladada de "forma expresa y sentida" sus "disculpas a la presidenta de la Diputación. "Quiero acompañar mis disculpas con un gesto que evidencia arrepentimiento por el error cometido. Por eso, en el día de hoy presenté mi renuncia voluntaria como concejal del PP en Moraña".

El exresponsable del área de Igualdade en Moraña y número dos de Piñeiro, señaló que el contexto en el que se produjo el comentario "fue el de la frustración por diferencias con la Diputación surgidas por la cancelación del Rallye Rías Baixas por la falta de apoyo de este organismo". Y aclara que "ni para" él, "ni para su partido, esta discrepancia ni ninguna otra justifican el insulto personal que proferí".

Su dimisión se produce tras la condena del PP de las palabras que publicaba Caldas el pasado viernes a través de Facebook. Tanto Piñeiro como el presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, pedían ayer "disculpas". Preguntado en un acto en Santiago, antes de conocerse la dimisión de Caldas, sobre si el edil podía seguir en el cargo después de sus insultos machistas, Feijóo no aclaraba este punto pero añadía que "tenía que pedir disculpas muy serias", y añadía que el comportamiento del exteniente de alcaldesa no es "admisible en ningún tipo de democracia".

También de forma ambigua se mostraba horas antes de la dimisión Piñeiro, trasladando la discusión de sobre la continuidad de Caldas en su cargo a una reunión mañana en la que no se descartaba su hipotética continuidad pero sí negaba su cese, al menos hasta que se produjese este encuentro. En cuanto a sus propias responsabilidades sobre si la alcaldesa le llegó a dar a "me gusta" al comentario, Piñeiro señaló que "por desgracia" no puede comprobarlo porque los comentarios fueron borrados.

PSOE y "rotura de relaciones"

Desde el PSOE, la diputada Carmen Gallego señalaba, antes de conocer la dimisión de Caldas, que "no vale con las disculpas" del PP, que exigía el "cese fulminante" del popular y que el PP dé de "baja de militancia", al edil y la "asunción de responsabilidades" de la alcaldesa. En el mismo sentido se refirió el secretario xeral del PSOE provincial. Santos Héctor responsabilizó a Feijóo que de no cesar de inmediato a Caldas, sería "cómplice de estas expresiones", por los insultos a Silva. También daban un ultimátum al PP, que de no cesar al entonces edil de Moraña, el PSdeG y PSOE provincial "rompería relaciones" con el PP.

"Yo no quiero disculpas, no admito disculpas, porque admitir disculpas es entrar en el círculo del terror en el que la disculpas son suficientes, pero al día siguiente, otra vez se agrede y yo no quiero ni disculpas ni llamadas, quiero que el PP tome decisiones para acabar con estos comportamientos, por lo tanto, hoy se produjo la dimisión de un representante político, de un cargo institucional, y me parece que era obligado. Pero no es suficiente. Tienen que dar un paso más y cambiar el comportamiento por las formas de actuar". De esta forma tan tajante se refería la presidenta de la Diputación, Carmela Silva tras ser preguntada sobre sí había recibido una llamada de la alcaldesa de Moraña y diputada provincial por el PP, Luisa Piñeiro, pidiéndole disculpas por el comentario en Facebook realizado por su teniente de alcaldesa, Jorge Caldas, que ayer presentaba su dimisión como concejal por llamar "mala zorra y sinvergüenza" a Silva.

La presidenta realizaba estas declaraciones minutos después de conocerse la dimisión de Caldas y en la inauguración de la muestra "Mulleres en Acción: Violencia Zero" en el Sexto Edificio del Museo de Pontevedra. "Creo que era obligado que tenía que dimitir y no había otra posibilidad. Cuando se hace una agresión de tal calado contra una mujer por el simple hecho de ser una mujer y , sobre todo cuando está en un cargo público, que tiene la obligación de defender a las mujeres y ser ejemplo de lucha por la igualdad, no queda otra que dimitir", señaló la presidenta. Silva señaló sentirse "sorprendida negativamente", por escuchar en la mañana de ayer al presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, "decir que tenía que producirse una disculpa seria. No, las disculpas no son suficientes cuando se agrede. Las disculpas forman parte del círculo del terror. Las mujeres son agredidas el lunes y el martes les piden perdón, pero el miércoles las vuelven a agredir verbalmente y físicamente y el jueves les vuelven a pedir perdón". Silva también se refirió a medidas ejemplarizantes y recalcó, que las responsabilidades no las pide por ser ella la implicada al considerar que ella tiene voz, pero que es por el resto de las mujeres.