"La gente que entraba a tomar algo nos decía que olía a humo, que olía mucho, y aún tardaron en despejarnos; la Policía vino como a la media hora o así, que ya fue cuando empezaron las llamas, porque de primeras no parecía exagerado pero ya después la gente empezó a salir de los locales, la Policía a desalojar y al final lo controlaron pero fue un susto bastante grande.Los más asustados eran la gente que vive aquí y los de los locales, lo vivimos con mucho susto porque la verdad es que el fuego estaba ahí al lado; incluso nosotros teníamos la terraza fuera y pensamos que si ardía el fuego podía expandirse por toda la calle".