Abastecer de agua dulce, alimentos y materiales para construir, garantizar la biodiversidad, controlar las crecidas e inundaciones, suministrar a los acuíferos subterráneos, frenar el cambio climático... Los especialistas no se cansan de repetir que los humedales son básicos para la supervivencia de la especie humana y, con el mismo empeño nos obcecamos en su destrucción.

Pontevedra es un buen ejemplo: en los últimos 60 años ha sepultado bajo escombros y basuras las que fueron impresionantes xunqueiras del Lérez, como recordaban ayer los participantes en la visita guiada que celebró Vaipolorío para festejar el Día Mundial de los Humedales.

Amancio Castro, integrante de la asociación ecologista, ejerció de guía de esta visita en la que se mostró la riqueza biológica de As Brañas del río Tomeza (Gafos).

Este cauce cuenta con dos humedales de los llamados de terreno bajo, uno en Bértola denominado A Fonteiriña en un tramo del río Toxal y las citadas Brañas en Salcedo.

Vaipolorío lamenta que estos espacios fuesen demonizados. "Poco a poco fueron desapareciendo, de siempre nos parecieron inservibles o bien apropiados para convertirlos en suelo industrial, deportivo, etc, como ya pasó con la Xunqueira de Alba, siempre en los ojos de los depredadores y hoy felizmente puesta en valor por el Concello de Pontevedra y los comuneros de Lérez".

Precisamente a esas xunqueiras se refiere el portavoz del grupo municipal socialista, Agustín Fernández, en la moción en la que asegura que este espacio natural, declarado Espazo Natural de Interese Local (ENIL), se encuentra en una situación de "abandono absoluto".

Recuerda que en nombre del desarrollo urbano los humedales de Pontevedra fueron prácticamente esquilmados, excepción hecha de este vestigio valioso como es la Xunqueira de Alba, formado, recuerda, por las confluencias de los ríos Rons y Lérez y "gracias a la apuesta hecha en su día por la concejala de Medio Ambiente Natural, dirigida por la socialista Celia Alonso, declarado ENIL desde el año 2008. Fue el primer humedal gallego en lograr ese tipo de protección".

Agustín Fernández denuncia que a pesar de esta declaración "la falta absoluta de conservación posterior por parte del Concello hace que hoy la Xunqueira de Alba sea otra vez un humedal degradado y totalmente abandonado".

Critica la "cantidad exagerada" de maleza y el hecho de que los sauces y acacias no sean podados e impidan la vista del mirador.

"La zona que es estrictamente junquera está llena de basura, abundan los plásticos, botellas, ropa, residuos industriales y plantas invasoras", señala el edil socialista.

También critica que las infraestructuras y el mobiliario urbano "están totalmente destrozados", que los caminos son en muchos pu tos intransitados... Lo resume afirmando que se trata de "un desastre sin paliativos y una vergüenza inasumible para una ciudad que aspira a ser verde y sostenible".

Pide que con carácter urgente se lleven a cabo trabajos de limpieza de maleza, poda, arreglo de sendas y retirada de basuras.