Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rafael Agulló: "Con tres años mi gran pasión era la percusión y destrozaba cubos tocando"

El alicantino lleva la batuta de la Banda de Música de Pontevedra desde octubre

El director de la BMP, Rafael Agulló. // Gustavo Santos

La Banda de Música de Pontevedra, BMP, ha comenzado una nueva temporada de conciertos, su Ciclo de Butaca 2016, relacionado con las artes. Hasta el 26 de mayo, la formación ofrecerá nueve programas en los que habrá cine, literatura, arquitectura, pintura y escultura, entre otras disciplinas. "Es una idea que me rondaba la cabeza hace años", reconoce el músico alicantino.

-¿Qué balance hace de sus tres primeros meses al frente de la banda de música?

-Cuando empecé este nuevo proyecto, me tomé el Ciclo de Otoño como un ciclo de conciertos experimental en el que ellos me tenían que conocer a mí y yo a ellos. A raíz de ese intercambio de impresiones en esas sesiones y de formas de trabajar distintas llegamos a un ente común para poder evolucionar. En ello se centró toda la energía, a través de unos programas diferentes y con estéticas muy contrastantes, porque lo que se necesitaba era descubrir las virtudes de la banda y llevar a cabo todos los proyectos.

-¿Y constató evolución?

-Fueron tres programas en los que creo que hubo una evolución considerable. El último de ellos, el del 23 de diciembre, que tuvo como leitmotiv la música oriental, fue todo un éxito a nivel artístico y a nivel social. Los músicos decían que hacía tiempo que no veían el teatro como estaba ese día.

-Y ahora, este nuevo ciclo, centrado en las artes. ¿Cómo surgió esta idea?

-Era una idea que me rondaba la cabeza desde hace años. Es un ciclo que tenía realizado en mi mente pero me faltaba el instrumento con el que llevarlo a cabo. Cuando supe en Navidad que teníamos nueve conciertos hasta mayo supe que podía hacerlo y reducir todas las artes a un mismo principio: la música.

-¿A cuándo se remonta su relación con la Banda de Música de Pontevedra?

- Entré en contacto con la banda hace unos años, cuando hicieron pruebas de director. Cuando entró el anterior, yo fui uno de los finalistas. Era 2009 y yo llevaba dos o tres años en Galicia. El verano pasado, en 2015, se pusieron en contacto conmigo para las pruebas para el nuevo cambio de director, a las que se presentaban más personas. Acepté encantado.

-¿Cree que la banda necesitaba comenzar un ciclo nuevo?

-Por supuesto. Pero no lo digo con una connotación negativa. Simplemente, todo tiene un principio y un fin y, afortunadamente, la banda de Pontevedra siempre ha tenido al frente a personas muy dinámicas y muy innovadoras que han ofrecido unas programaciones muy interesantes. El problema de este tipo de agrupaciones que están formadas por gente profesional es que necesitan constantemente motivación, ilusión y nuevos retos. Por eso todos los cambios son positivos y negativos también, ya que con el antiguo director las cosas funcionaban bien.

-¿Entra entre sus objetivos atraer a un nuevo tipo de público? Más joven...

-Por antonomasia las bandas han estado asociadas a un público mayor, pero en los últimos años ha pasado todo lo contrario: se ha intentado realizar un giro de 360 grados y se ha olvidado a ese público fiel. Yo creo que tenemos que ser lo más dinámico y variados posibles para llegar a todos los públicos. Ofrecer una dieta equilibrada (risas). De lo que se trata en este Ciclo de Butaca es de ofrecer programas en los que se va a recurrir a grandes clásicos y otros más vanguardistas.

-¿Cómo comenzó su relación con el mundo de la música?

-Mi padre es músico y el hermano de mi madre también. La escuela de música de mi pueblo la tenía a pocos pasos de la puerta de mi casa, con lo cual escuchaba música desde la mañana a la noche. Con tres o cuatro años mi gran pasión era la percusión, aunque después me dediqué a otra cosa. Me cuentan que destrozaba los cubos de lavar el suelo en casa, que no duraban más de una semana (risas).

-¿Tiene un instrumento favorito?

-Aunque me licencié con el saxofón, siempre fui un percusionista frustrado. Hoy en día, creo que cada instrumento es diferente y a todos les encuentras belleza. La clave radica en cómo se toca y quién lo toca.

Compartir el artículo

stats