Buen paño de lana, de una pieza si la economía lo permite, que cubra exclusivamente el pelo sin sobresalir más de 2 centímetros y sin alargarse por tanto a la nuca o las orejas. Cuentan los especialistas que es la boina perfecta, la tradicional y la que visten siempre que hay oportunidad los integrantes de la Peña de la Boina.

Éstos celebraron ayer su ya tradicional almuerzo de confraternidad con el que los peñistas festejan a San Sebastián, patrón de Pontevedra.

Un año más, el encuentro sirvió para dar la bienvenida a los nuevos socios: Elena Piñeiro (que viene a incrementar la nómina femenina de la agrupación), Santiago Laya, Jesús Expósito, Javier Rodríguez y Antonio Melero.

Todos ellos expresaron su satisfacción por sumarse a la veterana peña y por reivindicar en adelante la indumentaria tradicional durante una jornada de celebración que arrancó con un oficio religioso en el santuario de la Peregrina.

Finalizada la misa con la que se recordó a los peñistas fallecidos, el encuentro se trasladó a la sede noble del Liceo Casino, donde tuvo lugar el almuerzo de confraternidad.

Durante el mismo el empresario Luis López Basalo recibió el homenaje de "Honra e louvanza" de los integrantes de la peña, que lo felicitaron por su destacada trayectoria como emprendedor. Desde 1960, cuando solo contaba con 15 años, este profesional ha estado al frente del negocio familiar, el restaurante Casa Pepe ubicado en A Barca.

Con posterioridad inició otras aventuras empresariales como la creación del hotel Don Pepe y la puesta en marcha de la desaparecida discoteca Equus en Pontevedra.

En 1989 inició una nueva andadura con la apertura de la discoteca La Luna, una fórmula empresarial (un local nocturno con múltiples ofertas orientadas a un público más maduro) que se demostró todo un éxito.

Los tres primeros años, como recordó el homenajeado en FARO, "fueron muy difíciles, aguantamos porque soy un sufrido de la hostelería". Pasada esta fase inicial y reorientado el negocio a edades más avanzadas, La Luna se ha situado año tras año entre los locales nocturnos de referencia y un domingo habitual recibe entre 2.000 y 2.500 clientes que abonan entrada.