El estado "lamentable", como reconocen sus recuperadores, en el que ha aparecido la antigua imagen de San Sebastián no representa necesariamente el final de la talla sino que puede ser conservada tanto para la investigación como, de decidirlo la Archidiócesis, para su exposición, incluso al culto. Es el mensaje optimista que la Escuela Superior de Restauración transmitió ayer a la parroquia de San Bartolomé tras la localización de la secular talla del patrón de la ciudad.
Coincidiendo, hoy, con el día de San Sebastián, voto de Pontevedra, los responsables del centro hacen público su ofrecimiento para que la imagen procesional más antigua de esta advocación, que fue retirada en 1950, sea trasladada a la institución académica. Una vez en los talleres del centro, los especialistas se encargarían del análisis iconográfico y el estudio del policromado y el tipo de talla antes de decidir las intervenciones para su conservación.
Si el párroco de San Bartolomé no ocultaba a FARO que se descarta recuperar la pieza por su alto grado de deterioro, la jefa de estudios de la Escuela de Restauración, Andrea Fernández, recordaba a los depositarios de la imagen que "tendría que quedar solo serrín para que los restauradores decidiésemos no intervenir; con que tan solo quedase por ejemplo la cabeza ya sería suficiente para estudiar las técnicas y obtener datos precisos de la obra".
Ésta ha perdido varias piezas (los brazos, parte de la cara y el pelo etc) por el ataque de insectos xilófagos. Ya en 1950, y dado su precario estado, se decidió su sustitución por la imagen que desde entonces es venerada como representación del patrono de la ciudad.
Por su parte, esa talla antigua es la imagen a la que acompañaron la corporación y los gremios de la ciudad durante varios siglos. Procesionaba en dos ocasiones, el 20 de enero, festividad de San Sebastián, y el 16 de agosto, día de San Roque, dado que ambas advocaciones
"Las imágenes publicadas en el periódico no permiten analizar con fiabilidad la pieza", explica Andrea Fernández, que explica que a mayores de los profesores "los alumnos de tercero y cuarto curso restauran obras antiguas para las principales instituciones culturales de Galicia".
La jefa de Estudios de Restauración recuerda que, dado su ingente patrimonio, la Iglesia dispone de su propia sección de vigilancia de sus piezas históricas. Una vez advertida por el párroco, puede gestionar ante la Dirección Xeral de Patrimonio las futuras acciones protección de la pieza.
"Lo lógico es contar con un restaurador, que tendrá que realizar un informe del estado de conservación, un proyecto de conservación y un presupuesto", indica.
A partir de ahí, añade la experta en restauración, se llevarán a cabo las estrategias de intervención para "conservar lo máximo posible la materia original, todas las piezas existen para ser disfrutadas, investigadas y estudiadas".
Los análisis iconográficos, de las técnicas de tallado y de policromado darían pistas fiables sobre la época de tallado de la imagen. Por el momento y a falta de esos estudios científicos, el investigador Leoncio Feijoo Lamas. que promovió la búsqueda de la imagen en los almacenes de la parroquia de San Bartolomé, avanza que se trata "de unta talla que sigue los modelos renacentistas del siglo XVI, guardando un parecido ostensible con la imagen labrada en granito que se expone en las salas de escultura del Museo de Pontevedra".
