Un proyecto de mínimos que permita, al menos, solventar los principales problemas de filtraciones y goteras que padece el inmueble. Esto es lo que pretende llevar a cabo con urgencia la parroquia de Nantes con el fin de reparar la iglesia, que desde hace años presenta anomalías, pero que se agravaron el pasado octubre. A principios de ese mes, hace casi cuatro, se desplomó parte del falso techo interior durante la catequesis. Aunque no hubo daños personales, desde entonces la misa se suele celebrar con cubos para recoger el agua cuando llueve en el interior.

La situación del inmueble llevó a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Consellería de Cultura a su inspección, pero descarta descatalogar un inmueble que está protegido. Aunque es de factura moderna, su diseño corresponde al afamado arquitecto pontevedrés Alejandro de la Sota, de ahí su catalogación, y que impide modificar su estructura y otros aspectos. De hecho, Patrimonio ya alertó de que el templo debía conservar por completo su aspecto exterior.

Este departamento valoró en su día en al menos medio millón de euros las obras necesarias para resolver todos los problemas del inmueble, pero se desmarcó de una posible financiación, lo que deja las obras en manos de la parroquia y los vecinos, que tampoco pueden asumir ese elevado coste.

En diciembre pasado, se celebró una reunión para buscar una posible solución y poco después técnicos de Patrimonio revisaron el inmueble. La parroquia pretende elaborar un plan de actuación mucho menos ambicioso pero que resuelva alguno de los problemas más graves. Según fuentes municipales, se tratará de coordinar esta actuación con Patrimonio para agilizar los permisos y después, tratar de obtener financiación para las obras.