-Díganos en qué proyectos anda inmerso, ¿nuevo álbum, quizá para 2016?

-Si, un nuevo álbum será bien recibido y espero construirlo hasta el final del verano.

-¿Cómo se ve la vida a los 65? ¿Con ganas de seguir cantando y componiendo? Ha dicho en alguna entrevista que se siente con una energía sorprendente?

-A los 65 años la vida continúa tiendo altos y bajos, encantos y desencantos, esplendores y miserias, en tanto haya carretera para caminar la gente continuará...

-Una historia de la música portuguesa de las últimas décadas incluiría siempre su nombre, ¿se ve como un icono?

-Icono es demasiado pesado, me siento apreciado, acompañado y muy reconocido.

-¿Qué le gusta más, componer o estar en escena?

-Son dos formas complementarias de liberación, una más solitaria e introvertida, y la otra inmediata y expansiva.

-¿Compone con guitarra o con piano?

-Depende de la ocasión y del estado de ánimo, muchas veces escribo en silencio.

-¿Crea la melodía al mismo tiempo que escribe la letra o son procesos distintos?

-Una frase, una expresión verbal pueden sugerir ambientes y melodías musicales y viceversa. No tengo un método preciso de trabajo, acaba por ser un proceso bastante anárquico.

-¿Cómo es la relación entre el músico y el público?

-Depende mucho del tipo de espacio. En un festival donde van a actuar diversos grupos el personal se dispersa hasta llegar el momento de "su" banda. Si es en una fiesta de verano todo está distraído y la calidad sonora siempre se ve afectada por los diversos ruidos. En un estadio hay que descargar adrenalina a chorros. En un buen auditorio la química se propaga de un modo confortable, se oyen los sonidos y los silencios, las personas se levantan para aplaudir y nosotros, sinceramente, lo agradecemos.

-Volviendo la vista atrás, ¿se acuerda de usted mismo sin tocar el piano? Porque empezó a los cuatro años?

-El piano era mi juguete favorito, ya estaba en casa cuando nací y se convirtió en mi gran compañero, siempre disponible. A partir de los 4 años el aprendizaje comenzó a ser dirigido por profesores, muchos y buenos, hasta la conclusión del Curso Superior de Piano.

-¿Fue su madre la que le transmitió el gusto por el piano?

-Sin duda, ella tocaba y adoraba la música clásica y siempre alimentó el sueño de que yo llegase un día a ser un gran pianista.

-Sin embargo, fue la guitarra su instrumento diario durante mucho tiempo porque tocaba en las calles. Recorrió España, Francia, Inglaterra, Alemania, Dinamarca?, ¿qué guarda de aquella época?

Es que no hay modo de andar con un piano por la carretera fuera de casa,... Cuando decidí buscarme la vida y recorrer mundo ya tenía una buena relación con la guitarra y comprobé como me desenvolvía al tocar en la calle. Comencé por el sur de España, las cosas transcurrían bien y percibí que un instrumento es de hecho un excelente medio de comunicación. Extendí horizontes, recorrí buena parte de la Europa Occidental, tiendo siempre a París como puerto de abrigo, y, resumiendo, así se pasaron 5 de los mejores años de mi vida. Después vino el primer hijo y un nuevo ciclo se inició.

- ¿Qué músicos o grupos le han marcado?

- Son tantos que lo mejor es mencionar solo uno: J. S. Bach

-Com Uma Viagem na Palma da Mão, Asas e Penas, Bairro do Amor, Vôo Nocturno, Juntos, con Sérgio Godinho, y tantos otros trabajos en una carrera de más de cuarenta años, ¿hay algún álbum del que se sienta más satisfecho o que recuerde especialmente?

- Com Uma Viagem... Fue el primer o álbum, Só, puse aquel Steinway a vibrar de una manera..., Juntos, proyecto con Sérgio Godinho y una super banda.

-¿Queda algo del bohemio que fue, o lo sigue siendo?

-Habiendo serotoninas, endorfinas, dopanimas y afines (el circuito del placer) el bohemio andará por ahí.