Tras los últimas inundaciones del Umia cualquiera diría que el río tiene falta de caudal, pero este mismo problema es el que motivó el traslado del Club Náutico Umia a las instalaciones de Verducido, en Pontevedra. La medida obliga a tener que trasladar las piraguas y desplazarse todos los días para entrenar. La causa: la apertura de las chorreras.

"El traslado ya no es por las algas, es que en el resto de la temporada no tenemos caudal suficiente, al estar las chorreras abiertas", señala Juan Lourido, del C.N. Umia. Desde el club ya habían puesto en conocimiento de Augas de Galicia su situación, pero la respuesta recibida indicaba que "las compuertas deberían ser eliminadas" y que "deberían suprimirse todo tipo de obstáculos artificiales en los ríos", por lo que solo justifican su cierre en verano por la afluencia a la playa fluvial, por lo que estarán abiertas entre octubre y mayo.

Además del traslado, la medida vuelve a poner jaque el torneo de kayak-polo de Caldas, un deporte muy arraigado en el municipio y que contó con participaciones mundialistas de caldenses. "La intención es que se haga el campeonato en verano para que pueda ser seguro que se juegue en Caldas, ante nuestro público y en nuestro Concello", señala Lourido, que recuerda como la competición ya tuvo que ser trasladada a Verducido la temporada pasada.