Los técnicos de Augas de Galicia daban en los últimos meses carpetazo a la actuación que se realizó puntualmente desde septiembre para recoger ejemplares de eggeria densa en el Umia. La acción, realizada para facilitar el uso de ocio del entorno de la playa fluvial, es solo la primera parte de los trabajos diseñados por los técnicos de la Xunta, que acaba de desarrollar un método de trabajo específico para el control periódico de la planta. A pesar de los trabajos, desde Aguas de Galicia indicaban que "una vez identificada la problemática general en el río, se entiende que su erradicación completa es muy compleja".

Según informaban fuentes de la Xunta, el principal objetivo de la actuación realizada fue "controlar puntualmente la población de eggeria densa en el entorno urbano de la Carballeira de Caldas para permitir los usos recreativos en el tramo". Como consecuencia, los técnicos sacaron una "conclusión positiva del resultado, aún siendo conscientes de que esta especie está presente en todo el tramo final del río Umia, desde Caldas hasta Barrantes, aproximadamente". Así, se habría cumplido con el objetivo más inmediato, que era abrir el Umia a las actividades de ocio.

Pero otro beneficio de la actuación que señalan en la Xunta es que se permitió "desarrollar un método de trabajo específico para este lugar" que incluye el "control periódico de la planta" de forma que se evite que los propios trabajos puedan contribuir a la propagación del alga aguas abajo, una cuestión que los técnicos habían señalado como crucial, ya que de retirarse de forma inadecuada el alga produciría la propagación de sus esporas, dificultando más si cabe su erradicación.

Así desde Augas de Galicia especifican que "se tratan de trabajos de mantenimiento y control, que se prevén continuados en el tiempo". Eso sí, especifican que no se trata de repetir la misma actuación ya realizada de forma periódica, sino que se establece "un plan de seguimiento del que se desprenda la programación de nuevas actuaciones". De esta forma, los nuevos trabajos se irán adaptando a las conclusiones del seguimiento realizado sobre la base de "unos objetivos realistas, ajustados a los recursos disponibles, condiciones de ejecución y capacidad de propagación de la planta", citan fuentes de la Xunta.

La presencia del alga invasora de origen brasileño en el cauce del Umia provocó en el último año un importante malestar, lo que produjo que se realizaran hasta dos recogidas de firmas para que se actuase contra esta planta.