La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, entregó ayer al alcalde de Sanxenxo, Gonzalo Pita, el Plan Director y el Plan de Usos del Pazo de Quintáns, en Noalla, resultado del convenio firmado en su día entre el organismo provincial y el Concello y que había sido prorrogado por los nuevos gobiernos hasta el pasado 31 de diciembre, lo que había frenado la tan reclamada rehabilitación.

Tras la reunión, Gonzalo Pita explicó que la rehabilitación del pazo "es una demanda vecinal desde 2005, cuando el Concello lo adquirió por un convenio urbanístico, aunque desde entonces solo se ha deteriorado".

"Esto es un proceso, no es un convenio que vayamos a archivar, sino que es algo que ya se ha impulsado. Se ha hablado con la ministra de Fomento que nuestra intención es que sea declarado Bien de Interés Cultural, BIC, para poder optar al 1,5 por ciento de subvención a través del ministerio", explicó Pita.

El alcalde recordó que se trata de un proyecto ambicioso que se aproxima a los 2,2 millones de euros. "No nos podemos permitir tener este pazo de 10.000 metros cuadrados en estas circunstancias de deterioro", señaló, para añadir que "es una buena noticia para los vecinos de Sanxenxo".

Uno de las cuestiones que recoge el Plan de Usos es que el deterioro del Pazo de Quintáns se ha acelerado desde el año 2010, momento en el que el edificio contaba con "cubierta y con un estado de conservación con problemas puntuales pero abordables", para pasar a perder "una parte importante de la cubierta de la edificación principal, lo que ha afectado a la estructura y ha provocado que el edificio pase a estar en estado inicial de ruina".

El plan estime en más de 600.000 la primera fase de unos trabajos para los que el Concello de Sanxenxo confía en encontrar financiación a través de otras administraciones, un punto que confirmó la presidenta de la Diputación en la rueda de prensa posterior a la reunión.

En cuanto a los usos, el documento recoge su conversión en un Museo del Paisaje Cultural de A Lanzada, que presente el conjunto patrimonial de la antigua jurisdicción, a partir de los hallazgos del yacimiento arqueológico de A Lanzada, combinado con un programa de dinamización de los diversos patrimonios que conforman este paisaje cultural, contando con la participación de la población y del tejido social local.

"Muchas de las piezas encontradas en A Lanzada se encuentran actualmente en el Museo de Pontevedra y la previsión es que en el futuro haya uno propio allí para que se ubiquen", apuntó Pita.

"Analizaremos el proyecto y explicaremos al conjunto de los vecinos las ideas que el Gobierno de Sanxenxo tiene para este pazo", aseguró.

"Los vecinos lo que quieren son hechos y no promesas, como nos han hecho en un pasado y que les han hecho perder la confianza. Empieza una era nueva y no vamos a caer en los mismos errores en los que se ha caído con anterioridad", puntualizó.

El centro sería pionero a la hora de abordar el concepto de "paisaje cultural", aún no reconocido en la legislación vigente, pero sí en el borrador de la nueva ley, y que a día de hoy podría ser asimilado a "territorio histórico", figura que se utiliza, por ejemplo para la delimitación de los Camiños de Santiago.

Esta solución permitiría exponer una parte de los materiales originales del yacimiento de A Lanzada, expuestos al público tanto en el Museo de Pontevedra como en almacenes, sin la necesidad de crear una infraestructura y de personal específico, a través de un acuerdo con la institución museística, dependiente de la Diputación provincial.

Nuevo público

Con esta sala el Museo dispondría de una nueva oferta, y, según el Concello, estaría presente en el primer destino turístico de Galicia, con la posibilidad de atraer nuevos públicos a su sede central, así como a través del programa de dinamización previsto incorporar nuevos agentes.

El proyecto abordaría la rehabilitación y equipamiento de la edificación para acoger el material hallado en A Lanzada, pero también un programa más complejo que incluye salas de exposiciones temporales. En ellas se tiene previsto desarrollar un programa que dinamice otros recursos del territorio: la sal, el comercio, la alimentación, el vino, el transporte marítimo, etc., para los que se solicitaría la colaboración de los colectivos locales.

La propuesta plantea la rehabilitación de la edificación y su entorno: edificación palaciega principal, capilla, anexos, jardines, y finca así como su inserción paisajística y territorial. Además, se ofrecerían dos áreas expositivas, una temporal y una permanente, así como un área de investigación. Una zona de hostelería y una de servicios completarían el plan de rehabilitación del histórico inmueble.