Ni un solo comprador pasadas las sucesivas pujas: más de 820.000 euros es una cifra astronómicamente por encima del mercado inmobiliario capitalino; fue una vez más el mensaje de la subasta en la que la antigua Cámara Agraria, un emblemático edificio en la plaza del Teucro, volvió a quedarse sin adjudicatario: por tercera ocasión consecutiva el edificio, un superviviente del antiguo pazo de San Román, carece de un interesado capaz de abonar el mínimo establecido por la Xunta para otorgárselo al mejor postor.

El inmueble ocupa cerca de 500 metros cuadrados, 496 según el Catastro, en la esquina de la calle Real y la plaza del Teucro. Se reparte en un bajo (arrendado desde julio de 2004 en un contrato actualizado en 2005 y que continúa vigente hasta julio de este año), semisótano y primero.

Este último es una magnífica planta orientada al este de 276 metros cuadrados en la esquina a una de las más emblemáticas plazas del centro histórico, una propiedad de solera que no obstante y dado su precio no ha sido capaz de interesar a los compradores en un escenario de crisis.

La antigua Cámara Agraria salió a la venta en el cuarto de los lotes de la subasta, que tuvo lugar en la mañana de ayer el edificio de la sede territorial de la Xunta y en el que se dieron cita alrededor de 25 pujadores, entre ellos los actuales arrendatarios del bajo del edificio. Ninguno de ellos mostró interés por el emblemático inmueble, por el que había que pujar al menos 828.858,81 euros, un precio ligeramente inferior al que tenía en marzo de 2013, la primera vez que salió a subasta. La administración intentó venderlo entonces por 850.350,41 euros, una cifra que tampoco convenció a los inversionistas.

Además, los interesados estaban obligados también a respetar el contrato de alquiler del restaurante ubicado en la planta baja; demasiadas exigencias para un mercado inmobiliario en recesión y en el que en los últimos años se han adjudicado importantes propiedades a la mitad de precio. Aún así la idea es volver a subastarlo en el futuro.

Un buen ejemplo es un palacete en la calle Isabel II que fue subastado en enero del año 2013 y que se adjudicó por 405.000 euros, una casa del siglo XVIII con un jardín de más de 900 metros cuadrados que en opinión de los expertos constituye un referencia de los precios que los principales inmuebles del centro histórico pueden alcanzar en la actualidad, dado que se trata de compras que exigen a mayores fuertes inversiones en restauración y acondicionamiento.

Cuatro técnicos de Facenda supervisaron la subasta, en la que salieron a la venta otros tres lotes en Pontevedra. Despertaron especial interés los dos primeros, un piso en la calle Loureiro Crespo de 79 metros cuadrados y otra vivienda en la calle Carrasqueira de más de 120 metros cuadrados. El primero salió a subasta en cuarta puja por más de 40.568 euros (a mayores de los aproximadamente 5.000 euros en gastos) y fue adjudicada finalmente tras la puja de una decena de compradores por 64.500. Por su parte, el segundo lote, una vivienda en la rúa Carrasqueira de más de 100 metros cuadrados y dotada con plata de garaje y trastero, salió a subasta en cuarta puja por 99.000 euros. Recibió ofertas de dos compradores y fue adjudicada finalmente por 120.000 euros.

Otra de las ventas de la jornada fueron dos viviendas ubicadas en el tercer piso del número 37 de la calle Benito Corbal. Se trata de pisos que superan los 148 y los 90 metros cuadrados, respectivamente, y que fueron adjudicados en un lote conjunto por valor de 182.217 euros.