Sindy Pachú, de 16 años; Bárbara Garcez, de 17, y Nahyá Nogueira, de 19, estrenaron el año en Pontevedra. Las tres jóvenes, procedentes de Brasil, pasan el mes de enero en la ciudad gracias a la iniciativa de carácter cultural y solidario "Compartir", puesta en marcha por la pareja formada por el escritor Mauro Jorge Silva, también originario del país sudamericano, y la gallega Isabel Blanco, matrona en el Hospital provincial, que viven con su bebé.
El "programa de intercambio", como lo define Mauro Jorge Silva, tiene como objetivo acercar la cultura gallega y de otras ciudades y países cercanos a jóvenes de Brasil que, de otra manera, nunca podrían conocer otras formas de vida debido a sus limitaciones económicas. Para ello, la pareja, residente en Pontevedra, asume todos los gastos, que, calculan, pueden llegar a los 7.000 euros.
En el tiempo que llevan en la ciudad, las chicas ya han conocido a fondo Pontevedra y han visitado sus museos, tanto el provincial como el de las Torres Arzobispais, CITA. "Además, hemos ido todo el grupo a Bueu, Vigo, Coruña, Santiago, Porto do Son y Ourense", explica Mauro Jorge Silva.
"Están disfrutando mucho de esta experiencia", añade.
El clima es uno de los aspectos en los que las jóvenes notan más diferencia respecto a su país, especialmente estos días de lluvias intensas, aunque, tal y como puntualiza su benefactor, también les sirve para conocer de verdad la cultura gallega y su idiosincrasia.
Nahyá Nogueira, que vive con su familia en una favela de Madureira, confiesa que entre las cosas que más le han gustado de lo que han visto hasta el momento es lo bien cuidadas que están las ciudades y la atención por el patrimonio en general. "Pontevedra está limpia y no hay basura por las calles", dice una joven que estudia Pedagogía en Río de Janeiro y que considera que "sería maravilloso" terminar sus estudios en España. "La calidad de vida aquí es mucho mejor que en Brasil", recalca.
Poder estudiar
Por su parte, Sindy Pachú quiere estudiar Medicina. "La cultura es diferente y la Educación es mucho más fácil que allá", reconoce.
"En Brasil no hay tantos museos como aquí y yo tampoco tengo muchas facilidades para llegar a ellos, ya que están todos en el centro de Río de Janeiro. Además, la entrada a ellos es muy cara", asegura.
Para poder ser médico, la joven brasileña tiene que presentarse a una prueba para entrar en la universidad pública, en la que no se paga matrícula. La dificultad, en su caso, estará en cómo afrontar el día a día, ya que el lugar donde ella vive no queda cerca de la facultad. "Para ello, su madre tendrá que trabajar mucho", aclara Mauro Jorge Silva.
El sueño de Bárbara Garcez es ser profesora de Educación Física, aunque sabe que va a ser algo complicado debido a la distancia que separa su casa del centro universitario más cercano.
A Bárbara una de las cosas que más le han llamado la atención de Pontevedra es el hecho de que esté peatonalizada y "poder cruzar la calle sin preocupación sin sufrir un accidente".
Con el poco tiempo que lleva en España, ya se encuentra capacitada para decir que le gusta la cultura de Galicia. "Me gustaría vivir aquí porque es un país seguro, muy diferente en eso a Brasil", afirma.
Tanto ella como sus compañeras agradecen la iniciativa puesta en marcha por Mauro Jorge Silva e Isabel Blanco. "Es muy bueno porque hay personas que no pueden viajar porque no tienen dinero para un billete de avión", manifiesta.
Tras pasar el día de ayer en la localidad coruñesa de Porto do Son, la siguiente parada del grupo será esta tarde en la Escola Oficial de Idiomas de Pontevedra, donde las jóvenes brasileñas mantendrán un encuentro con alumnos y profesores del Departamento de Portugués.
El martes partirán hacia Milán, un destino al que seguirán Barcelona, las ciudades portuguesas de Oporto y Lisboa y la capital española, con la que pondrán fin a su estancia en Europa.
