La escuela unitaria de Tarrío dejaba este verano de acoger las clases por las que pasaron miles de vecinos de 1886 después de que la consellería de Educación decretase su cierre. Con solo tres alumnos inscritos, su matrícula estaba por dabajo del límite que permite la Xunta, con 5 niños. Después del pasado curso, las clases llenas de vida antes por numerosos escolares, pasó a ser solo visitada por el encargado de mantenimiento, hasta el pasado 20 de diciembre, en el que la escuela reabrió momentáneamiente al ser colegio electoral.

Ahora, el edificio que guarda tantos recuerdos de infancia de vecinos podría ser recuperado para su uso social. La concejala de Educación, Lidia Salgueiro, solicitaba a la desafectación del edificio de titularidad municipal cedido a Educación. "Estamos pendientes de la comunicación oficial y se se inició el desalojo, el equipo informático tiene que ser recogido por la consellería, pero ya está cursada la solicitud para el uso social de los vecinos", señalaba Salgueiro. "La idea es que se destine después a local social y a colegio electora", reiteraba la concejala.

Por el momento ya hay un colectivo que se interesó por su disponibilidad. Fue el Anpa del CEIP Espedregada, que vehía en la antigua unitaria un buen posible lugar donde realizar las reuniones. Una realidad que podría estar disponible para todos los vecinos y asociaciones solicitantes en cuanto pase a ser de gestión municipal.

Así, el de Tarrío puede tomar como ejemplo otros antiguos colegios unitarios que ahora son de uso público. El mismo proceso que está viviendo esta unitaria lo vivienron las de Albar y O Pereiro, que están a disposición de las asociaciones registradas en el Concello. Así, el primero de ellos pasó a convertirse en la sede del Motoclub A Rosa dos Ventos, conocida sobre todo por organizar la concentración motera de A Seca. El de O Pereiro acoge los ensayos de la Escola de Música Tradicional. "Estos edificios municiopales están a disposición de los vecinos y también acogen convocatorias del Concello", apunta Salgueiro, el ejemplo estuvo en las reuniones vecinales por el tema de la normativa del cementerio en el pasado mes de noviembre.

"El Concello es muy dinámico por lo que cuentan con mucha utilización los locales sociales. Espero que los colectivos le den uso", señaló Salgueiro que considera que el municipio "está bien en infraestructuras, pero lo que se consiga a mayores biene bien, pero sobre todo recuperar los locales municipales cedidos que ya no tienen uso", señaló.

La concejala de Educación también hizo una defensa de estos centros unitarios de los cuales todavía quedan abiertos tres: el Portosanto, el de Sartal y el de O Vao. Todos ellos cuentan con unos 5 o 6 alumnos, por lo que en principio su continuidad el próximo curso parece segura.

Colegio de Campelo

Su posible cierre provocó numerosas protestas por parte de los padres de usuarios, pero continúa abierto un curso más y su futuro podría ser más claro todavía. Se trata de otro de los colegios infantiles de Poio, como es el de Campelo. El centro concertado, y el único del municipio que ofrece el servicio de comerdor hasta las 17 horas y cocina propio sin ser de cátering, podría incorporar en un futuro a pequeños de 0-3 años. La propuesta permite consolidar el futuro del centro, ya que permite la inscipción de más niños y así su viabilidad. Aun así, esta posibilidad no es todavía oficial, sino que se tiene que confirmar en el futuro en una reunión conla empresa gestora del centro, San Narciso, con la concajala de Educación.