El concello de Poio cerró el año superando las anteriores cifras en recogida de alimentos destinados a Servicios Sociais, una tendencia que viene siendo una constante en los últimos años, gracias, sobre todo a iniciativas de particulares, del propio Concello, colegios, empresas y, sobre todo, asociaciones poienses. A falta de cerrar los datos finales, la responsable de Benestar Social, Rosa Fernández, destacaba esta semana el éxito tanto de la campaña de todo el año como la específica de Navidad, en las que se consigue realizar aportaciones a más de 100 familias cada mes.

Los buenos resultados se extienden a otra de las iniciativas navideñas como es la recogida de juguetes y libros del "En Poio Xogamos Todos", promovida por las asociaciones SCD Samieira y Ronsel de Sartal. En esta edición se consiguió aportar lotes a niños de 45 familias, casi quince más que en la campaña de 2014 y cuatro más que el año pasado. Tras las aportaciones solidarias de los vecinos, los voluntarios de las asociaciones trabajaban a destajo para poner a punto y envolver los regalos, que fueron distribuidos por los técnicos de Sevizos Sociais para que ningún niño poiense se quedara sin su regalo. Además de las asociaciones, se generó una gran red en el municipio con establecimientos y colegios como puntos para realizar las donaciones.

Desde Benestar Social apuntan a diferentes particulares y entidades entre las que están colegios, partidos políticos, comuneros y, sobre todo, asociaciones. "Estamos encantados con las aportaciones, especialmente con las asociaciones que colaboran con Servizos Sociais", señalaba la edil de Benestar Social, Rosa Fernández, que mencionaba especialmente a la poiense Silvia Ramírez, del SCD Samieira "por su implicación". Desde este departamento destacan a esta asociación, que en el último año celebró hasta tres exitosas galas benéficas a beneficio de Servizos Sociais.

Pero la respuesta solidaria de los vecinos de Poio es solo la luz de una situación muy oscura. Y es que, como explica Fernández, si bien es cierto que cada vez hay más donaciones, la situación es cada vez más delicada en muchas familias.

"No se está notando la mejora económica de la que se habla. Muchas veces se anuncian datos a nivel macroeconómico, pero cada vez se ve más miseria especialmente cuando ves y analizas la situación desde abajo", señala la concejala de Benestar el pasado lunes, que a media mañana ya habían atendido a siete familias en las dependencias de Servizos Sociais del centro social de la Casa Rosada, para llevarse comida. "Se puede ver algún caso de personas que vienen hasta para poder tener una barra de pan y se te cae el alma a los pies en esta situación", señalaba la edil que en su particular carta a los Reyes Magos le pedía "poder aumentar la partida para Benestar Social para poder ayudar mejor a las familias y, sobre todo, que mejore la situación de muchos vecinos que lo están pasando mal".

Una treintena de RISGAs

"Cada vez aumenta la familia con pocos recursos: se encarece la vida, pero los sueldos o no existen o son trabajos precarios que no llega para vivir", afirma Fernández. En el último año Servizos Sociais de Poio ha visto como se incrementaban los solicitantes del RISGA (Renda de inclusión social de Galicia), con 30 solicitudes más que el año pasado. "Por desgracia la Xunta sigue tardando varios meses en responder, y además, la ayuda no es suficiente", señala Fernández, apuntando estas como causas de que el Concello se viese obligado a aumentar la partida de Axuda a Emerxencia Social en 6.000 euros para cubrir las necesidades de las familias más desfavorecidas. "Cada vez aportan más los Concellos y menos la Xunta y el gobierno central", denuncia Fenrández.

Así, además de las personas que acuden en busca de comida, "cada vez se dan más casos de pobreza energética", como señala la edil responsable. Por eso el dinero que no se invierte en alimentos gracias las campañas de donación se emplean en ayudas para pagar facturas de electricidad, agua, hipotecas y hasta medicamentos.