El gobierno local explicó ayer que los servicios municipales de Jardines trabajan en coordinación con la Xunta, además de con la Estación Fitopatolóxica do Areeiro para hacer frente a la plaga del picudo rojo que ataca a las palmeras. Hasta ahora se ha podido limitar la llegada de este insecto a los parques de la ciudad ya que solo se detectó, hace varias semanas, un caso detrás de la iglesia de San Francisco. Este ejemplar ya ha sido tratado.

En cambio, la plaga no parece dar tregua en el principal punto afectado del municipio, en Lourizán, donde ya apareció hace meses el picudo rojo y ha sido necesario talar varias palmeras en la plaza de Marqués de Valterra y en otros lugares de Marín. El problema en este caso es que el tratamiento por parte de las administraciones debe ir acompañado por medidas similares de los particulares en sus propios ejemplares, ya que de no ser así el insecto puede propagarse.