"Los Instantes" es el título de la exposición que inauguró ayer la artista Rosa Úbeda en el espacio Taller Abierto. La pintora explica que "presento básicamente una colección de cuadros y dibujos en formatos muy pequeños, he buscado adaptarme al espacio, que tampoco permite la exposición de obras muy grandes, sin embargo si que llevo uno de formato grande y otras medianas pero básicamente es obra pequeña".
-¿Son trabajos recientes?
-En general es obra reciente y algunos dibujos de años anteriores pero inéditos todavía.
-Hace años que no celebra una exposición individual en Pontevedra
-Participé en varias colectivas en el Pazo, en el Café Moderno, en instituciones, pero individualmente hace mucho que no expongo en Pontevedra.
-¿Por casualidad o por alguna razón en especial?
-Por varias razones, la primera es que ya tengo la costumbre de exponer fuera, y segunda porque nunca encuentro un sitio que realmente me convenza para exponer; de hecho me animé porque encontré este sitio que me gustó mucho y su equipo de trabajo tiene un proyecto interesante este equipo y me gustó colaborar con ellos.
-¿En qué momento está su trabajo artístico?
-La verdad es que me resulta muy difícil definirme, pero según dicen los demás tengo una tendencia a los temas relacionados con la mujer, a proyectar el hecho de ser mujer y a tomarla como protagonista de las historias que cuento.
-Porque la mujer es la gran ausente en el arte: se da uno un paseo por cualquier museo y la contempla protagonista de mil obras, es frecuentemente objeto del arte, pero casi ni aparece entre las firmas.
-Es la gran protagonista si, la mujer es la gran protagonista del arte pero en la visión del hombre, a la vista de los hombres, y en realidad la gran ausente como autora, es decir la gran ausente a nivel real. Muchas mujeres artistas a lo largo de la historia han sido eclipsadas, cuando no sencillamente negadas, por la figura masculina, que era la dominante. Afortunadamente creo que hoy en día eso ha cambiado y diría que más o menos ahora ya hay al 50% artistas hombres y mujeres.
-¿Le resultó fácil defender su vocación?
-No, me resultó muy difícil, siempre tuve dificultades, primero económicas, pero también familiares y de todo tipo, la verdad es que no fue fácil.
-En general el arte no parece una vocación cómoda
-No la es, no es una vocación cómoda para nadie, pero depende de las circunstancias de cada artista, es decir le resultará más fácil si tienen más o menos facilidades económicas, familiares o incluso de ubicación, no es lo mismo nacer en Pontevedra que en París, Londres o Ghana, todo el relativo, artista evidentemente puedes ser igual pero a lo mejor tu trabajo no tendrá tanta repercusión como tendría en otro lado, y también tanto apoyo, porque aquí el respaldo es mínimo, incluso a nivel económico.
-¿Se acuerda de la primera vez que fue consciente de que es artista?
-No lo soy todavía (risas) eso de ser artista es una palabra que se escribe con mayúsculas, yo me considero una aspirante a ser artista.
-¿Uno es siempre un aspirante?
-Creo que si, que hay que tener un poco de modestia, por lo menos yo considero que la debo de tener, para empezar por mi forma de ser y porque considero que ser artista es una palabra muy grande, tengo mucho respeto por ella.
-¿Cuándo expuso por primera vez?
-La primera exposición fue veintitantos años, 26 o 27, no lo se.
-¿Ha cambiado mucho el mundo artístico, la concepción de su trabajo?
-Muchísimo, cambié yo y cambió el mundo, cambio Pontevedra, que fue donde hice mi primera exposición, y creo que ese cambio ha sido para mejor; el mundo en aquel momento era más pequeño, ahora es más grande, Pontevedra salió un poco de su autarquía y ahora es más abierta a otras cosas, y yo también cambié claro.
-Estudió Bellas Artes cuando ya era artista ¿qué le aportó la carrera?
-Primero fui autodidacta, si, y después estudie Bellas Artes y la verdad es que me sirvió de mucho, conocí otras visiones del arte, otros puntos de vista además de otros mundos como la escultura, el arte conceptual, cosas por el estilo que enriquecieron mucho mi mundo.
-¿Qué arte le gusta?
-A mi me gusta todo el arte (sonríe) pero la pintura me gusta mucho, aunque en general todo, desde el antiguo hasta ahora.
-¿Cómo ha afectado la crisis al trabajo de los artistas gallegos?
-Galicia está en un momento económico difícil, ya el coleccionismo gallego era demasiado escaso y sencillamente en la actualidad está desapareciendo el mediano coleccionista. Después existe el gran coleccionista, personas con grandes colecciones que siempre han sido muy pocos pero que continúan existiendo, los que se acaban son los coleccionistas medios, lo que supone menos capacidad de que casi todo el mundo acceda de un modo generalizado al arte y de que todos los artistas puedan tener su propio tipo de coleccionista, porque no todos somos Picasso.
-¿Y hace el arte que le gusta o tampoco se alcanza?
-Creo que todo el mundo le va a contestar que eso no se alcanza nunca, no hay otra respuesta porque la vida no llega para nada, la vida es muy corta, y tu siempre quieres hacer algo y cuando lo haces piensas ya en hacer lo siguiente, es un proceso que nunca se acaba.
-¿Se atrevería a dar un consejo a un joven que empieza en el mundo del arte?
-Pues no, no soy quien, si acaso decir que hay que ser valiente, tener constancia, y saber que hay que tener mucha autoestima, aunque a veces la pierdas y no resulte fácil continuar.
