La concejala de Medio Ambiente, Coral González-Haba propuso la ubicación del primer compostero comunitario del municipio en Dorrón, después de la "gran acogida" vecinal en la reunión para exponer esta iniciativa. Se propone una parcela de propiedad municipal situada junto al colegio, lo que propició, según el Concello, que un profesor de un centro escolar plantease también la posibilidad de desarrollar un programa escolar de reciclaje que permitiese la colaboración de los alumnos con esta iniciativa. La concejala se comprometió a estudiar esta posibilidad, que podría ser complementaria del compostaje comunitario, a través de un recipiente individual.

Coral González-Haba, junto a la técnica municipal de Medio Ambiente, Cristina Morañas, que la acompañó en la charla, explicó a los asistentes que la ubicación elegida facilitaría a los padres de los alumnos depositar los residuos orgánicos cuando acercan a sus hijos al colegio, un factor que puede contribuir a su utilización. La edil explicó a los vecinos que uno de los requisitos que el Concello debe cumplir para optar a estos composteros comunitarios es contar con el compromiso de 60 vecinos para su uso. Deberán refrendar con su firma su intención de depositar sus residuos orgánicos en el compostero.

La propuesta agradó a los vecinos por lo que la Concejalía de Medio Ambiente tiene previsto convocar una próxima reunión en Dorrón donde se pueda avanzar para concretar los detalles de la ubicación y uso de este compostero.

Dorrón no es la única parroquia en la que la Concejalía de Medio Ambiente tiene intención de colocar un compostero comunitario, por lo que en las próximas semanas convocará una reunión similar en Portonovo, buscando la complicidad de los vecinos para hacer viable este proyecto provincial. En estas reuniones la concejala explicará que el compostaje es el proceso de transformación de la materia orgánica para obtener un nutriente natural para enriquecer el terreno luego sería distribuido entre los vecinos que lo necesitasen.

Esta transformación se lleva a cabo en cualquier casa o zona comunitaria mediante un compostero, sin ningún tipo de mecanismo, motor ni gasto de mantenimiento. No exige más que la implicación de los vecinos y, en tiempo, diez minutos a la semana. De cada cien kilos de orgánico se obtienen 20 o 25 kilos de compost.