"Es una tradición de la Navidad gallega ancestral y senlleira como pocas, para ver y disfrutar", explica la Asociación Cultural Trépia, que desde hace cinco años colabora con el Concello en la recuperación de una tradición que continúa siendo desconocida. "Siempre nos encontramos con la misma reacción, personas que nos preguntan esto qué es y de dónde salimos", señalan los bailarines a propósito de una danza ancestral que, recuerdan, aparece en la gran mayoría de los municipios del sur de Galicia.

Son danzas rituales y se denominan "blancas" por las vestimentas que usan los bailarines, en las que predomina el color blanco y que también incluyen bailes gremiales y rituales. Las danzas eran diferentes en cada aldea, que también establecía su calendario: en las zonas se interpretaban antes de Reyes, en otras coincidiendo con la fiesta y en unas terceras después. En el caso de Pontevedra se han adelantado para hacerlas coincidir en medio del programa de Navidad, según explicó la concejala de Fiestas, Carme da Silva.

Lo que las iguala es el color de las enaguas, pantalones y camisas, siempre blancos, una ropa ceremonial que se completa con diademas, bandas, fajas y coronas. Sobre los hombres lucen los tradicionales mantones "de ocho puntas", cuyo gran tamaño permite doblarlos para situarlos sobre el hombro. En el caso de los complementos "siguen un código de color determinado porque los colores son símbolos", añaden las mismas fuentes.

Las danzas son similares a las que se interpretan en el Corpus y en Primavera. Las protagonizan 3 o 4 danzantes, que normalmente acompañan los bailes de castañuelas, palos, arcos o cintas.

Se han realizado estudios diversos sobre la simbología de las danzas, vinculadas al ciclo del año y el paso del solsticio de invierno, que hace que los días sean cada vez más largos. Han sido documentadas estas manifestaciones en numerosos concellos de Paradante y O Condado y en general se identifican en un espacio territorial entre Fornelos de Montes y el Norte de Portugal.

También se llevan a cabo investigaciones para recuperar danzas en riesgo de extinción. Precisamente los pontevedreses reunidos ayer en las plazas de A Peregrina, Curros Enríquez, Verdura, Méndez Núñez o la plaza Benito Corbal, donde tuvieron lugar los espectáculos de danzas, tuvieron oportunidad de contemplar la ejecución de las Danzas de Reis de Riofrío, en Mondariz, que ha estudiado el grupo Trébede.

La propuesta de Os Muíños de Olveira no fue menos elogiada por los amantes de la cultura, ya que este grupo que trabaja desde hace años en la puesta en escena de la música y el baile tradicional mostró el recuperado repertorio de Santiago de Oliveira, otra de las parroquias que ha aportado patrimonio a esta joya inmaterial de la Navidad gallega.