Casi un año después de anunciar un plan integral de saneamiento de la ría de Pontevedra, Augas de Galicia todavía no dispone de un proyecto concreto de actuación, si bien ya maneja 13 propuestas técnicas para elaborar un análisis ambiental de la situación actual y diseñar las actuaciones precisas. Hasta 25 empresas especialistas en estudios hidrológicos y medioambientales firman las 13 ofertas recibidas para elaborar un "documento estratégico" que servirá de "hoja de ruta" para mejorar la situación de las aguas del litoral pontevedrés y corregir las deficiencias ambientales detectadas por la Comisión Europea. Unos incumplimientos de las directivas de la UE en materia de depuración de las aguas que motivaron además una denuncia de la propia Comisión ante el Tribunal de Justicia Europeo que está en tramitación.
En octubre pasado la Xunta sacó a licitación la redacción de este documento, con un presupuesto de 1,5 millones de euros. Se trata, tras años de espera, del primer paso oficial para acabar con la contaminación que afecta a la ría y que, además de provocar la citada denuncia europea, tiene en pie de guerra desde hace meses al sector marisquero local por la caída de categoría de todos sus bancos de moluscos.
Directrices previas
La empresa que finalmente asuma este trabajo (entre cuyos aspirantes hay consultoras tan conocidas como Iceacsa, Eptisa o Idom) deberá realizar un análisis exhaustivo de la situación actual, inspeccionar todas las redes municipales y determinar qué obras se deben ejecutar, al amparo de un plan global para toda Galicia financiado hasta 2020 por fondos europeos Feder con 133 millones de euros. En todo caso, los aspirantes ya cuentan con unas directrices y estudios precios, elaborados por Augas de Galicia, que atribuyen la mayor parte de la contaminación actual a las redes municipales de saneamiento que vierten a la ría, ya que presentan un "mal estado" general, con filtraciones y otras deficiencias,.
El segundo factor es la capacidad de la depuradora de Placeres, unas instalaciones "insuficientes" para atender el volumen de aguas residuales que generan los 165.000 habitantes conectados a esa planta, según admite la Xunta.
El estudio técnico asociado a la adjudicación de la "hoja de ruta" definitiva ofrece un panorama general de todo el sistema de Marín, Poio, Vilaboa y Pontevedra y advierte de que "cada uno de ellos presenta su problemática, pero todos registran un denominador común: la gestión de volúmenes de aguas residuales, de infiltración y pluviales muy superiores a su capacidad". El informe sostiene que hay un "mal funcionamiento de todo el sistema (que vierte en la depuradora de Placeres), incapaz de gestionar la cantidad de agua pluvial y de infiltración" y agrega que "la falta de un esquema concreto de sistema (unitario o separativo) a lo largo de su desarrollo en el tiempo, provocó un sistema configurado como separativo que se comporta como unitario sin estructura alguna de regulación. Además, el mal estado de la red y su desconocimiento, facilita un importante volumen de infiltración que merma la capacidad del sistema de gestionar aguas pluviales".
Asimismo, "si a todo esto se añade el mal funcionamiento de la depuradora y su falta de capacidad para tratar el volumen producido por la población del sistema, es evidente que se necesita un instrumento de planificación que permita tener una visión muy concreta de los problemas y permita planificar las actuaciones precisas para lograr una mayor eficacia del mismo y permita un régimen de explotación coherente y efectivo". Es ese "instrumento de planificación" el que ahora se quiere contratar.
Defectos de las redes
El mayor número de deficiencias se detecta en Poio y Pontevedra. En el primer caso, Augas de Galicia cita los problemas de vertidos y filtraciones al menos en los bombeos de Combarro, A Seca, Mirador, Lourido, O Laño y Raxó. Por su parte, en Pontevedra se analizaron siete áreas de saneamiento y se considera la de Os Gafos como una de las más problemáticas al tratarse de "un colector que discurre por las márgenes del río y recoge el agua de distintas parroquias con un elevadísimo caudal de infiltración así como un elevado caudal de aguas pluviales". Son algunos de estos defectos los que trata de solventar el Concello con un proyecto propio, después de que la Xunta decidiese no ejecutarlo. Pero no es el único caso en la capital. También se detectan anomalías en los bomberos de la avenida de Marín y Cocheras, que dirigen todas las aguas del municipio hacia la depuradora y donde las mariscadoras denuncian vertidos frecuentes a la ría.
En el caso de Marín, el estudio se limita a describir la red, sin alertar de problemas concretos, si bien sí apunta que el bombeo denominado Mogor 2 "solo da servicio al 20% de la población", mientras que se apunta a la necesidad de modificar la estación de A Lonxa para ampliar su capacidad, una obra ya prevista.
