Las necesidades de "los sectores más vulnerables" como los peatones y los ciclistas tendrán a partir de ahora prioridad sobre el vehículo privado a la hora de actuar en la amplia red de carreteras de la Diputación, que suma 377 viales con más de 1.700 kilómetros. Así lo anunciaron ayer el diputado de Movilidad, Uxío Benítez, y el vicepresidente de la entidad, César Mosquera, ambos del BNG.

Este decálogo presentado ayer marca un "replanteamiento profundo y conceptual de las actuaciones en la red de carreteras, que pretende limitar las graves afectaciones tanto a bienes como al patrimonio edificado y el territorio además de seguir las nuevas tendencias de las llamadas movilidades amables que priorizan a las personas".

Benítez aseguró que estas nuevas normas "fijan por vez primera unos criterios claros, objetivos y transparentes que conocerán todos los alcaldes y concejales y que no dependerán de decisiones discrecionales". Por norma, se limitarán las actuaciones de envergadura a los viales con más de 3.000 vehículos diarios, y las aceras serán de un mínimo de 2,5 metros. Los trabajos de urbanización serán cofinanciadas con los concellos en un proporción de 70%-30% y las de reurbanización, al 60%-40%, con la transferencia de los viales reparados a la administración municipal, que también debe asumir el mantenimiento de los servicios urbanos, mientras que la Diputación se encargará de la conservación del firme, la señalización y la red de pluviales.

Benítez explicó que la nueva filosofía de la Diputación lleva aparejada una reestructuración del Servicio de Infraestructuras de la Diputación provincial, que también modifica su nombre para pasar a denominarse Servicio de Movilidad.

Por su parte Mosquera recordó que se aplicarán zonas 30, pasos de cebra sobreelevados y reductores físicos de velocidad, entre otras actuaciones. "La Diputación, en contra del que se piensa, fue la primera institución en la provincia que puso lombos, a lo mejor un poco agresivos, pero fue la primera, antes del Concello de Pontevedra", subrayó.