El BNG no apoyará, como era de prever, la petición del PP de suspender cautelarmente durante un año la concesión de licencias para plantas de compostaje, propuesta que plantear los populares para paralizar el proyecto de Canicouva. La concejala de Urbanismo, Carmen da Silva, recordó ayer que los proyectos de iniciativa municipal "no necesitan de ese permiso" y para las actuaciones privadas "este tipo de decisiones de suspensión de licencias deben estar muy meditadas porque el urbanismo es una actividad reglada y no se puede negar alegremente una licencia a alguien que tiene derecho a ella".

En todo caso, el previsible rechazo del BNG a la medida no supone echar por tierra la propuesta del PP, ya que toda la oposición podría unirse en este asunto y forzar al gobierno local a dar marcha atrás. Es en lo que confían los vecinos de Pontesampaio para lograr que no salga adelante el proyecto de Canicouva.

En cambio, el gobierno local insiste en que "estamos muy satisfechos de dar estos pasos para que Pontevedra pueda optar al compostaje, el sistema ambientalmente más correcto para tratar la materia orgánica", añadió Da Silva, que realizó esta defensa del proyecto después de la comisión de Urbanismo de ayer.

Furanchos

En esa reunión también se ratificó la modificación de la ordenanza municipal de furanchos, que adelanta al 1 de enero el inicio de la campaña, si bien se admite que para entonces no estará aún en vigor por lo que los primeros loureiros podrían abrir en febrero, aproximadamente.