El portavoz de la plataforma, Eugenio Peón, recordó que "somos más de 300 vecinos que se suministran de agua de esa zona. En cambio, en Canicouva son 80 comuneros fáciles de manejar y les tocó la Lotería de Navidad", añade. Por ello, insiste en que "se creen 15 pequeñas instalaciones para que cada parroquia trate su materia orgánica", convencido de que ese reducido tamaño minimizará los perjuicios.

Por su parte, Manuel Santos lamentó que "habiendo sitios donde no se generaría problema alguno, van a elegir la única ubicación donde hay rechazo vecinal y si fuera una cosa buena, no iría a Canicouva, sino a Campañó, Salcedo o Marcón, pero 80 comuneros son fáciles de manejar por el concejal de turno y en la asamblea donde se ofrecieron los terrenos hubo votos delegados de vecinos nonagenarios encamados", denunció.