Prioridad para los inmuebles residenciales con un mayor grado de protección histórica, preferentemente con la previsión de ejecutar obras de eficiencia energética y accesibilidad, que recibirán hasta un 35% de subvención (con un tope de 11.000 euros por proyecto) y que deben estar ineludiblemente ejecutadas antes del 1 de diciembre de 2016, es decir, dentro de poco más de once meses. Estas son las características básicas del plan de rehabilitación de viviendas en el casco viejo y en el barrio de Estribela, cuya convocatoria de subvenciones aprobó ayer el Concello. En los próximos días se abrirá el plazo para que los propietarios presenten sus candidaturas, por espacio de un mes. Los fondos disponibles permitirán actuar en un centenar de hogares en el primer caso y en otros 58 en el segundo.
Aunque estas actuaciones nacieron al amparo del cuatrienal Plan Estatal de Vivienda de 2013 a 2016, el largo retraso en concretarse la financiación por parte del Ministerio de Fomento, que no se conoció hasta el verano pasado, y en la firma de los respectivos convenios, suscritos hace apenas mes y medio, ha reducido la vigencia real del programa a menos de un año. En el caso de Estribela ya se acumulan cinco fases (a lo largo de casi nueve años) de experiencia, pero para la zona monumental se trata de su estreno. Este drástico recorte no solo pone en peligro la viabilidad de actuaciones de gran envergadura, como reformas integrales de edificios, sino que puede echar atrás a muchos interesados en un principio.
El documento aprobado ayer concentra las actuaciones en edificios residenciales, bien ocupados actualmente o vacíos pero con el compromiso firme de sus propietarios de ser utilizados como vivienda habitual. Son subvencionables los trabajos de "mantenimiento e intervención en edificios y viviendas, instalaciones fijas, equipamiento propio y elementos comunes" y cada proyecto podrá recibir un máximo del 35% del presupuesto, eso sí, hasta un tope de 11.000 euros por inmueble
Requisitos
A partir de ahora, cada interesado puede presentar su propuesta, con prioridad para aquellos edificios con mayor nivel de protección, según los criterios de concesión de las ayudas, con mayor atención a actuaciones "de mejora de las condiciones de habitabilidad relativas a accesibilidad, distribución interior, instalaciones de saneamiento y fontanería, electricidad, calefacción, ventilación, iluminación natural y aireación, aislamiento térmico y acústico, ahorro energético, servicios higiénicos y otros de carácter general". No se subvencionarán muebles, electrodomésticos o decoración en general. Todas las obras deben contar con licencia municipal y someterse a las inspecciones correspondientes y con una "fecha límite de ejecución del 20 de noviembre de 2016"
Tras la inminente publicación de las bases de las convocatorias de ayudas se procederá a seleccionar los proyectos definitivos, con la premisa de que sean viables y rápidos. Por ello, aunque en su día se elaboró un listado de propietarios interesados, que suman más de 180 viviendas, podrían tener más facilidades de selección aquellos proyectos que estén más avanzados, como disponer ya de la documentación técnica e incluso de la licencia, para que dé tiempo a su ejecución a lo largo de 2016.
El centro histórico fue declarado Área de Rehabilitación Integral (ARI) por la Xunta en octubre de 2012, pero hasta julio pasado, casi tres años después, no se supo con qué fondos contará. Además de la premura de plazos, se produjo un gran recorte de financiación.
Obra pública
Frente a los seis millones de euros del diseño inicial con el fin de actuar en 48 edificios y 187 residencias, la cifra final es de algo más de dos millones de euros, 1.784.681 de fondos públicos y algo más de millón aportado por los propietarios. Esta reducción obliga a rebajar al menos a la mitad las previsiones iniciales, de modo que lo máximo para actuar en 2016 son 27 inmuebles, que incluyen un centenar escaso de viviendas. Todo apunta a que se tratará de restauraciones parciales en fachadas, cubiertas, carpintería exterior y servicios interiores, y se descartan o aplazan las grandes rehabilitaciones integrales, con presupuestos muy elevados.
De este modo lo que Pontevedra recibirá del plan estatal de vivienda son 1.657.000 euros, de los que Fomento aporta 580.000, el Concello alrededor de 277.000 y los particulares el resto. En esa cantidad global se incluyen las obras de carácter público que pretende acometer el Concello en el centro histórico. Inicialmente el gobierno local había elaborado un plan de actuaciones que superaba el millón de euros, pero la cuantía final se ha quedado reducida a 228.867 euros, lo que obliga a limitar estas obras a la reforma de dos calles, Pratería Vella (92.600 euros) y Tristán de Montenegro (88.700) y a actuar en el vallado perimetral y la iluminación de los restos arqueológicos de García Escudero (47.600 euros). En Estribela está previsto actuar en la rúa do Mercado (24.800 euros), la da Comboa y en una parte de Marqués de Valterra (31.250).
