"Sensibilidad, profesionalidad, altruismo". De este modo describía el presidente de Galicia Milenio, Marcelino Agís, al arquitecto y estudioso del patrimonio Rafael Fontoira Surís, que ayer recibía el homenaje de profesores, alumnos y responsables políticos de la Escola de Canteiros al que fue uno de sus grandes promotores e impulsores. Una vida entera dedicada al único centro en el mundo con la especialidad de canteiría de la que dirigió desde su creación en 1979 hasta el 2012 y con la que incluso llegó a comprometer su patrimonio personal para que su proyecto fuese una realidad.

"Corazón" y "padre" de la Escola de Canteiros, como se refirió la presidenta de la Diputación, Carmerla Silva, volvió ayer al centro que tanto lucho porque fuese una realidad para recibir el reconocimiento que se le brindó en nombre de "la provincia, de Galicia, del mundo de la cultura, del galeguismo y, sobre todo, de los canteiros", en palabras de la presidenta provincial en el que estuvo también la directora del centro, Marta Corrochano, Agís y los canteros y maestros canteros. En un acto en el que Fontoira agradeció y en el que recibió una placa conmemorativa y una estatua realizada por los alumnos del centro en el que la piedra, materia prima reina de los canteiros, comparte el protagonismo de la maceta, escuadra, salsa y puntero, herramientas imprescindibles del oficio que el propio homenajeado contribuyó a que no se perdiera.

Y es que en la intención de Fontoira estuvo desde el primer momento la supervivencia del oficio de canteiro. En el acto, el propio Agís, amigo y compañero en Galicia Milenio del homenajeado, recordaba la historia de cómo surgió la idea de crear la Escola de Canteiros. "Rafael siempre cuenta que, siendo ministro de Cultura Pio Cabanillas Gallas en los años de la transición, quiso restaurar su pazo y no encontraba maestros canteros. Alarmado por la desaparición de este oficio tradicional, que nuestros canteros convirtieron en un arte, promovió la creación de esta escuela de canteros", apuntaba Agís.

Una escuela que desde entonces han pasado por sus aulas cientos de canteros, que a diferencia de los antiguos artesanos, cuentan con un título académico, cuya lucha porque sea homologado es uno de los principales frentes que tienen abiertos actualmente alumnos, profesores y políticos. De ahí salieron especialistas de la construcción en el tallado de la piedra y canteros que han destacado en el mundo del arte. Una institución que en palabras del propio Fontoira goza de un buen estado de salud.

"Sigue habiendo muchos alumnos y estoy feliz. Espero que los nuevos lo hagan mejor que yo y estoy muy contento de ver que este edificio que tantos años me costó hacer, poner de acuerdo a la Diputación a las consellerías de Cultura, Industria y Educación para que entre los cuatro pagaran el edificio, hacerlo y después de todo aquí está y teniendo la función que yo quería, que fuera una escuela de canteiros y para que siguiese habiendo canteros en Galicia. Cuando la Escola de Canteiros, empezó, no había canteros en Galicia... por todo estoy especielmente feliz", afirmaba el propio Fontoira.

Durante el homenaje, Agís destacó la importancia de Fontoira en la historia del centro. Así, empezó en los sótanos del Monasterio de Poio y el propio homenajeado diseñó el plan de estudios que permanece todavía en vigor y echó a andar con 25 alumnos. También recordaba el primer gran obstáculo que tuvo, con la salida de Pío Cabanillas del ministerio de Cultura al año de inaugurarse el centro, con lo que desaparecería la financiación estatal. "Un desastre, yo no podía cortar el curso por la mitad porque qué iba a hacer con los alumnos, a los que hay que darle formación entera, por lo menos los tres primeros años, porque el plan era de 5" recordaba el propio alma máter de la escuela el momento por el que tuvo que hacerse cargo personalmente durante casi tres años de los gastos de la Escola de Canteiros.

Una época fundamental en la continuidad de una institución considerada como fundamental en Galicia, hasta el punto que para Silva el "homenaje tenía que ser obligatorio" con la figura del que fue director durante 33 años del centro. "Somos la comunidad con mayor riqueza artística en piedra por lo que debemos seguir trabajando para que no se pierda nuestra historia, nuestra identidad, nuestro patrimonio, pero también para que sigamos construyendo patrimonio en piedra y que así las próximas generaciones sigan afirmando que somos el territorio con mayor arte en piedra", señaló Silva. La presidenta agradecía a Fontoira, "padre de esta Escola, que luchó por mantenerla y darle el prestigio que tiene hoy, un hombre que dio tanto por esta gran profesión que convierta la piedra, que forma parte de nuestra identidad, en arte".

En el acto, además de entregar los diplomas a los canteros y maestros canteros, se falló el premio del concurso de modelado 2015, que recayó en Cristian Jabois Pérez y Sergio Paz Sotelo, con la obra "El Pacto", y en Raúl Martínez López, por la obra "Niña con caballito".