Son sus primeras elecciones generales. Pero aunque saben que su voto es importante, no todos los jóvenes pontevedreses tienen claro que se vayan a acercar a las urnas el próximo domingo, 20 de diciembre, cuando se elegirá presidente del Gobierno.

Seis de ellos explican los motivos que les llevarán a ejercer su derecho a voto o a quedarse en casa en unos comicios que se caracterizan por una oferta de candidatos mayor de lo habitual.

El voto de los jóvenes centra buena parte de las campañas de los políticos, conocedores de las importancia de captar a los nuevos electores.

"Sí. Tengo claro que voy a ir a votar. Si nadie lo hiciese, ¿quién iba a ganar las elecciones?", se pregunta Alberto Ventín, vecino de Cotobade de 18 años.

El joven estudia un ciclo formativo de Grado Medio correspondiente al título de Técnico en Instalaciones de Telecomunicaciones en el CIFP A Xunqueira de Pontevedra.

Según él, "a Rajoy ya le tocó su turno, así que ahora es el momento de que haya un cambio". En este sentido, señala que "ahora a Zapatero no se le ve el pelo". "Tal y como estaban las cosas y como lo dejó todo, ya da igual. Es como si no hubiera existido".

El cotobadiense confiesa que se siente atraído por Podemos y por Pablo Iglesias. "Por lo menos, argumenta y convence, no como otros", dice.

"Yo le pediría al nuevo presidente del Gobierno trabajo para todos los jóvenes", reclama.

El estudiante se siente preocupado por la situación que viven algunas familias en España, "que tienen que vivir a costa de los abuelos, que cobran pensiones muy pequeñas".

Como él, son muchos los jóvenes que no diferencian derechas de izquierdas. "No lo tengo muy claro", asegura el elector, que reconoce que se informa poco sobre política. "A lo mejor cada dos días".

"Son todos iguales"

Con Alberto Ventín estudia Cristian Darriba, de 19 años y de Pontevedra, que también está llamado a votar en unas elecciones generales por primera vez.

"No pienso hacerlo, porque son todos iguales. Prometen y luego no cumplen", sostiene. "Este gobierno lo ha hecho como todos: mal", añade.

Darriba, que cuenta con un tío político, confiesa que en su familia todos acuden a su cita con las urnas. "Ellos me dicen que se luchó mucho por conseguir este derecho, que tengo que ir a votar, pero yo no me siento identificado con ninguno de los candidatos", asevera el pontevedrés, que tampoco lo hizo en las pasadas elecciones municipales.

"Si otros votan por mí y deciden mal, me toca aguantarme", dice.

Para Darriba, el principal problema de España es la corrupción. "Hay mucho dinero en el país, pero parece que siempre van a por los que menos tienen", se queja.

El joven no tiene por hábito informarse en los medios de comunicación: "Solo leo las redes sociales y el Marca, no me gusta ver informativos".

En el polo totalmente opuesto se encuentra Claudia Vaamonde, una pontevedresa de 19 años que estudia Educación Infantil en la Universidade de Vigo: "¡Por supuesto que votaré! Lo tengo muy claro".

La joven diferencia a la izquierda "como más progresista" y a la derecha "como más conservadora".

"Me considero una persona de izquierdas y, por eso mismo, no quiero dejar de ir a votar el próximo domingo", asegura.

En su casa el tema de la política es habitual. "No es una cuestión tabú, sino todo lo contrario. Mis padres me inculcaron que es muy importante ejercer el derecho a voto porque a las generaciones anteriores les costó mucho conseguirlo", alega.

"El problema de todos los políticos es que prometen mucho pero después no cumplen. Yo, al nuevo presidente del Gobierno, le pediría que cumpla y, sobre todo, le diría que la Sanidad y la Educación no se tocan", dice seria.

A la futura maestra no le gustan las redes sociales para informarse, ya que las considera poco fiables. "En casa vemos también debates políticos", añade.

Respecto a los candidatos, afirma que, aunque ninguno "de los de siempre" son de su agrado, "hay que reconocer que los nuevos no parecen igual, pero aún no los hemos visto en el poder..."

Demasiados recortes

De forma muy similar piensa su compañera de facultad, Andrea Rial, de 21 años. "El derecho a voto nos permite cambiar nuestro futuro. Es muy importante ejercerlo", asegura.

"Este Gobierno ha hecho muchas cosas mal, sobre todo los recortes en Sanidad, Educación, las pensiones...", critica duramente.

"Veo mi futuro muy difícil, sobre todo con tanta corrupción y tanto paro. No sé si cuando acabe de estudiar, dentro de dos años, la cosa cambiará. Ojalá que sea así", dice esperanzada pero dudosa.