La cifra de empresas que solicitaron el concurso de acreedores descendió en el tercer trimestre del presente año a niveles similares a los del inicio de la crisis económica. Entre los meses de julio, agosto y septiembre de 2015 el número de procesos que iniciaron los tres juzgados de lo Mercantil de la provincia (dos con sede en la capital y el tercero ubicado en Vigo) ascendió a 18, frente a los 41 del mismo periodo del año anterior. Para encontrar una cifra de concursos tan baja en un trimestre hay que viajar en el tiempo hasta el cuarto trimestre de 2007, cuando el "crack" económico evidenciaba sus primeros síntomas. En aquel entonces, la cifra de empresas concursadas ascendió a catorce.

El número de concursos de acreedores con el que se va a cerrar 2015 va a ser también, con toda probabilidad, el más bajo desde el inicio de la recesión económica. Al menos el análisis de los tres primeros trimestres de cada ejercicio desde hace 8 años constata que este es ya el mejor año desde 2007. Entre enero y octubre un total de 68 empresas se declararon en la antigua suspensión de pagos. Es la cifra más baja desde 2007 cuando se tramitaron 28 concursos en esos mismos nueve meses. En 2008 la cifra ascendió a 87 y así progresivamente (en 2009 se iniciaron un total de 134, en 2010 un total de 143, en 2011 descendió de nuevo a los 87, en 2012 se dispararon los concursos a los 161, en 2013 hubo un total de 179 y en 2014 se registraron 146). Con todo, la cifra de empresas concursadas sigue siendo casi el triple ahora que hace 8 años.

Tejido económico debilitado

Hasta aquí las buenas noticias. La mala es que este parón en el número de empresas concursadas se da en un tejido económico que ha adelgazado casi hasta la anorexia debido a la constante pérdida de empresas a lo largo de los últimos siete años.

Los datos expuestos hasta ahora se recogen en el último informe elaborado por el Consejo General del Poder Judicial sobre "Los efectos de la crisis sobre los órganos judiciales" y que recoge estadísticas sobre estos y otros aspectos que abordan los tribunales y que tienen relación directa con la situación económica. Este mismo estudio permite conocer que en los últimos ocho años de crisis económica la provincia de Pontevedra vio como se quedaban en el camino un total de 962 empresas vendidas a trocitos tras fracasar el proceso concursal. Y es que de las 1.404 empresas que entraron en concurso desde el año 2007, este 68.5% acabó en liquidación. Esto no quiere decir que el resto alcanzaron un convenio con los acreedores y hayan evitado la desaparición. Hay que contar aquellas firmas cuyos procesos concursales están todavía en vías de resolución. En lo que va de año, fueron únicamente 14 las empresas que alcanzaron la fase de convenio con los acreedores.

Los bienes de numerosas constructoras, consultoras, industrias, talleres e incluso equipos ciclistas todavía están a la venta hoy a través de páginas en internet especializadas o mediante subastas convocadas por los propios juzgados de lo Mercantil.