Una veintena de aparejadores recibieron ayer el aplauso de sus compañeros de profesión en un encuentro que tuvo lugar en el Pazo da Cultura y que sirvió de epílogo a la asamblea general que celebró el Colegio Oficial de Aparejadores en Pontevedra.
Francisco Garcés Sánchez y Juan Fernando Robledano Moral fueron distinguidos con las insignias de oro del colegio profesional por sus 50 años de andadura profesional.
Por su parte, las insignias de plata (correspondientes a los 25 años de labor profesional), recayeron en Mar Romero Gil-Delgado, Marcelo Radio Esperón, José Ramón Montero Verísimo, Amadeo Tosar Durán, Miguel Rodríguez de Jesús, Luis Ángel Fernández Neira, Antonio Arias Rodríguez, Benigno Carballo Louzao, Perfecto Cuña Sieiro, Serafín Martínez Cortegoso, José Miguel Correa Pazos, José Ramón Vallejo Sueiro, Odilo Lage Veiga, Antonio Lijó Otero, Alfonso Blanco Epifanio, José Ramón Vieitez García y Serafín Vigo García.
La entrega de las insignias, en la que el presidente del colegio, Pelayo Eyo, ejerció de anfitrión, sirvió para rubricar una jornada en la que el colegio profesional celebró su junta general.
Durante la misma se informó a los aparejadores de otros temas de alcance como que la organización profesional se ha interesado por "la situación urbanística del municipio de Vigo ante la anulación por el Tribunal Supremo del Plan Xeral de Ordeación Municipal (PXOM) de Vigo, para tratar de resolver las dudas que se le puedan plantear a los colegiados a la hora de presentar un trabajo profesional". El Concello ha pedido la colaboración del colegio en las reuniones en las que se debatan cuestiones del plan general.
