La brecha entre ricos y pobres en la ciudad se ha acentuado de forma considerable en los últimos diez años. Y no solo se trata de la franja de población en riesgo de exclusión, sino de aquellos pontevedreses con trabajo pero cuyos ingresos son insuficientes para llegar a final de mes. Este colectivo ha crecido en los últimos diez años. Paralelamente, también ha aumentado de manera muy significativo el grupo de trabajadores con un salario muy por encima de la media. Así se pone de manifiesto en el análisis que acaba de realizar el Instituto Galego de Estatística (IGE) sobre la evolución de las declaraciones de la renta en la ciudad en una década, desde 2003 hasta 2013.
Este informe revela que hace diez años eran más del 50% los trabajadores con las denominadas rentas medias, entre seis mil y doce mil euros al año, un porcentaje que se ha reducido ahora a apenas el 40%. En cambio, aquellos trabajadores que declaran unos ingresos por debajo de los 6.000 euros ha crecido de 6.700 a casi 8.400 personas, un 21,5% más que en 2003. En el otro lado de la moneda se sitúan los que presentaron a Hacienda un IRPF de más de 21.000 euros. En este caso, las 8.800 declaraciones de hace diez años han pasado ahora a casi el doble, 14.500, lo que supone un espectacular aumento que ronda el 65%, y esta franja supone el 37% de todos los que presentaron una declaración de la renta.
Hace una década en el municipio fueron 31.985 las declaraciones presentadas, con un rendimiento medio declarado de 16.582 euros. Diez años después, el número de declarantes ascendió a 38.939 y sus ingresos medios se elevaron hasta los 18.549 euros, si bien con un reparto mucho más desigual que entonces.
Estas cifras del IGE señalan que desde 2003 hasta ahora hay siete mil declarantes más en la ciudad, es decir, casi un 22% de aumento. De este modo, Pontevedra se sitúa en la media de las otras grandes urbes gallegas, toda vez que en Lugo el aumento fue del 26%, del 24,4% en Ourense, al igual que en Santiago, mientras que por debajo se sitúan Vigo (15,7% de aumento de declaraciones en estos diez años), a Coruña (algo menos del 13%), y Ferrol, donde la crisis económica y demográfica es más acusada y apenas hay ahora 400 declarantes más que en 2003, apenas un 1,13% de mejora.
Bajan los rendimientos
En el caso de Pontevedra, la inmensa mayoría de las declaraciones de la renta se realiza por rendimientos del trabajo (el 91% ahora, frente al 84% de hace una década), mientras que apenas el 3,8% corresponde a las actividades económicas por estimación directa y menos del 1% se realiza por estimación objetiva. Bajo el epígrafe de "otros" aparece un 4,4% de las declaraciones, cuando hace diez años era el doble.
En cuanto a números absolutos, la última cifra oficial que maneja el IGE, correspondiente a 2013, señala que los rendimientos del trabajo supusieron casi 657 millones de euros y los del capital mobiliario unos 22,3 millones más, mientras que los "bienes inmuebles no afectos a actividades económicas" sumó 23,4 millones. En los tres casos se trata de cantidades por debajo de las de 2010, que fueron de 692 millones, 27,7 y 25,8 millones respectivamente. Esto parece señalar que si bien hay más declarantes, sus ingresos son menores que hace cinco años.
