El traslado del rastro a la calle Sierra está propiciando, poco a poco, que la zona de la Plaza de Abastos vaya cogiendo vida durante el fin de semana, uno de los objetivos de la Concellería de Régimen Interior, Personal y Patrimonio.

Francisco Pérez es el responsable del Bar Torres, en la calle César Boente, que ahora abre los domingos por la mañana.

"Yo llevo un año aquí, y la verdad es que ahora hay un movimiento que antes no había", explica el hostelero, que da servicio a los vendedores del mercadillo, que así pueden usar sus aseos.

Pero la cafetería no es la única que notará a partir de ahora más afluencia de clientes. Ayer mismo, dos fruterías en la zona estaban abiertas al público, así como una tienda de ropa femenina y otra de marroquinería.

"En estos tiempos en los que todo está tan mal, el movimiento de gente siempre puede ser positivo", señala Pérez.

De hecho, ayer, en pleno puente de la Constitución, eran numerosos los turistas que paseaban por la zona monumental y que llegaban casualmente al rastro.

Por el momento, el mercado de antigüedades y curiosidades ronda el medio centenar de puestos. Según la normativa del Concello de Pontevedra, todos aquellos vendedores interesados en participar en la iniciativa, y que aún no estén en el listado elaborado por la Policía Local, pueden ponerse en contacto con la asociación Centro Comercial Urbano Zona Monumental.