El pacto firmado por Pontevedra compromete a la ciudad a medir con rigor los datos más significativos de la calidad de su aire, de modo que se pueda contrastar la evolución.

Pontevedra ya ha diseñado un sistema de sensores que irán proporcionando datos constantemente para enviarlos a la plataforma que controlará las emisiones de todas las ciudades vinculadas a esta iniciativa impulsada por Bloomberg y la alcaldía de París.

Además de las 100 ciudades europeas, firmaron 37 africanas, 13 del este asiático, 62 de América Latina, 132 de América del Norte, 39 de Oceanía y 9 del sudeste asiático.