"Despilfarro y tomadura de pelo". Así califica el sindicato Unión Federal de Policía de Pontevedra el último episodio en el reparto de los esperados chalecos antibalas a los agentes del Cuerpo Nacional.

Según explicaron ayer en un comunicado, este pasado lunes y martes, varias compañeras de la policía nacional que realizan labores de Seguridad Ciudadana en Pontevedra que no disponían del chaleco antibalas fueron citadas para presentarse en Madrid para tomar medidas de unos supuestos chalecos que sí cumplirían con el tallaje adaptado a cada funcionaria. El sindicato señala que después de gastarse 500 euros en el viaje de ida y vuelta en avión por pasajera (un precio similar o superior al de un chaleco), estas agentes "se han tenido que volver para Pontevedra compuestas y sin chaleco y con una sensación de incredulidad por el viaje realizado, puesto que una vez que llegaron a Madrid les volvieron a presentar el mismo tipo de chaleco apañado con tiras a la altura del pecho (que dificultan la respiración y movilidad) que les habían presentado hace meses en Pontevedra y con buenas maneras intentaron convencerlas esta vez de que era el adecuado".

El sindicato señaló que, evidentemente, ese chaleco fue rechazado mientras que se instó a las mujeres a presentar un informe médico para justificar su no uso al insistir en que es un chaleco certificado por la Unión Europea. Para la UFP este episodio fue una "tomadura de pelo" y un "despilfarro" dado que el dinero del viaje "bien se podía utilizar para dotar a más policías del tan necesario chaleco". "No entendemos a qué juego está jugando la Dirección General de la Policía dado que con todo lo que llevan gastado en las compañeras ya podrían tener no uno sino dos chalecos adaptados a su fisonomía cada uno", indican desde la secretaría provincial de este sindicato policial.