Los vecinos de Poio realizaron ayer una marcha entre la entrada del cementerio de San Xoán y la casa consistorial para protestar contra la puesta en marcha de la normativa del cementerio que el bipartito tiene previsto aprobar en el próximo pleno municipal. Las protestas vecinales por este motivo ya habían paralizado el pleno ordinario de octubre, en el que el gobierno local pretendía aprobar este reglamento municipal. Ayer un nutrido grupo volvió a llevar su protesta a la calle.

Ni las cartas recibidas en los municipios de los vecinos con copias de la normativa, ni las siete reuniones que el gobierno local celebró en los últimos días en diferentes lugares de la parroquia de San Xoán consiguieron apaciguar la protesta vecinal. Convocada por el PP con el apoyo de "la mayoría de los 600 asistentes de la asamblea convocada" por el partido, como señalaba el portavoz popular, Ángel Moldes, así como de diferentes asociaciones vecinales como la de Campelo o la de Muiño, un gran número de asistentes nutrió la marcha.

Fue precisamente Moldes el que daba lectura de un manifiesto ante el Concello en el que agradecía a los asistentes que acudieran en pleno jueves a una manifestación así, señalando que apenas había precedentes de una juntanza con "tantos vecinos en un jueves en el mes de diciembre para defender nuestros intereses", señalaba. El popular recordaba que en octubre, el gobierno de Poio intentó aprobar "a las escondidas y sin querer hacer ruido, un reglamento que atenta gravemente contra" los derechos de los propietarios. Así echaba en cara que ni BNG ni que el PSOE llevase en el programa electoral, ni lo mencionase en la campaña y acusó al bipartito de "mentir", "cuando vieron que los vecinos no iban a estar de brazos cruzados ante tremenda agresión".

El primer punto que criticó Moldes del reglamento fue el cambio de titularidad, ya que especifica que los nichos pasan a ser una concesión, es decir, propiedad del Concello. También "dijeron que lo hacían para los que quisieran pudieran vender y el reglamento deja claro que solo se pueden ceder gratuitamente", señalando otro de los polémicos puntos.

En ese sentido, acusó al gobierno local de "mentir" cuando se el gobierno local afirmó que no habría problemas para que la gente tuviera más de un panteón ni que los nichos podrían ser desocupados a la fuerza.

Finalmente, echaba en cara la decisión del gobierno de aplicar la normativa solo en la ampliación, una propuesta realizada por los populares a instancias de los vecinos, que había sido previamente rechazada por el propio bipartito en el pleno de octubre. "Después de tantas mentiras, ¿que credibilidad tiene este gobierno?", se preguntaba Moldes.

El popular destacó en todo momento la presión vecinal, que provocó que no se aprobase aún la normativa y que se enviase la copia a los vecinos. Moldes llamaba a "un último esfuerzo" al afirmar a los vecinos que todo lo que se vino haciendo "puede no valer para nada" si no se consigue que el Concello "se comprometa a respetar la voluntad de los vecinos".

Así, reclamaron un "compromiso firme y por escrito" de que el reglamento no afectará a las propiedades actuales. En ese sentido, pidieron que se rehiciese el reglamento para que "no quede duda de que las propiedades y el legado" de sus familiares quede "protegido y conservado" y que "cualquier modificación" se informe a los vecinos. "Que cuando se apruebe el reglamento para la zona nueva se haga con luz y taquígrafos, en un pleno público y en un día en el que pueda asistir la mayoría de los vecinos", apuntó Moldes.