La secretaria provincial del Sindicato Unificado de Policía, Sandra Fernández, presentó ayer a quien es ya el nuevo secretario local en la Comisaría de Pontevedra, Cándido Cobas Porto. El nuevo responsable del SUP en Pontevedra inicia su labor con varios objetivos prioritarios sobre la mesa, entre ellos reclamar que se corrija el actual "déficit de personal" en la ciudad de Pontevedra, resolver los problemas de falta de espacio en la Comisaría con el traslado de las dependencias del DNI al edificio del antiguo Banco de España, la mejora de los medios materiales y de la uniformidad de los agentes, apartado en este último en el que se puede enmarcar la histórica reivindicación para que se dote de chalecos antibalas a todos los policías nacionales.

Con respecto a este último apartado, Cándido Cobas reconoce que tras la muerte en acto de servicio de la Policía Nacional Vanessa Lage se adoptaron algunas medidas para agilizar la entrega de chalecos a todos los agentes de las unidades de Seguridad Ciudadana. No obstante, señala que en la Comisaría de Pontevedra hay todavía cinco compañeros varones y 10 mujeres de Seguridad Ciudadana que no han recibido sus respectivos chalecos. Con todo, Cobas se pregunta por qué razón efectivos de otras unidades como la Policía Judicial, Extranjería o los propios agentes que desarrollan labores de vigilancia y seguridad en los accesos a la Comisaría o a otros edificios públicos no pueden contar con este elemento de protección. "No entiendo por qué no se facilita un chaleco a todo el mundo", explicaba ayer.

En cuanto al déficit de personal, el SUP cifra en un 17% (es decir, un total de 44 efectivos) los puestos sin cubrir en la Comisaría de Pontevedra en un catálogo que "ya nació pobre para las dimensiones de esta ciudad y su extensa área del rural". Esta situación provoca que en ocasiones haya un único vehículo "Z" patrullando las calles de la capital. Pese a ello, señala que el esfuerzo de los funcionarios está permitiendo "que se controle bastante bien los índices de delincuencia en la ciudad". Otra de sus reivindicaciones es mayor facilidad para poder reponer sus uniformes y botas gastadas dado que algunas tardan mucho tiempo en llegar y tienen que trabajar con elementos ya muy desgastados.