Era la cita presupuestaria más esperada (al margen del pleno) pero el resultado fue una "sorpresa" para todos. La comisión especial de Contas de ayer en la que estaba previsto que cada grupo aclarara su postura final sobre el borrador presupuestario del BNG para el Concello en 2016 acabó con una total división de los cuatro grupos de la oposición. Pese a gozar de más votos que el gobierno local, lo que les otorga el poder de "tumbar" la propuesta nacionalista, PP, PSOE, Marea y Ciudadanos se mostraron ayer totalmente incapaces de pactar un presupuesto alternativo y eso que tuvieron hasta cuatro oportunidades para ello.

Todos sus portavoces admiten su desacuerdo con el borrador presentado por el BNG y por ello cada uno de los grupos de la oposición presentó su respectiva enmienda de devolución. Con aprobar tan solo una de ellas, el gobierno local quedaría obligado a rehacer el documento, negociando con alguno, o a renunciar al proceso y prorrogar las cuentas de 2015, la situación "menos deseable", según el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo. Pero no fue así. Las abstenciones, especialmente por parte del PP, al votar las enmiendas totales de los demás permitió a los nacionalistas derribar los cuatro intentos de la oposición y lograron sacar arrancar un dictamen favorable a su borrador, con algunas correcciones derivadas de enmiendas parciales menores.

La iniciativa que estuvo más cerca de salir adelante fue la del PSOE, al concitar también el apoyo de Marea y Ciudadanos, que la calificaron como "razonable", pero el PP se abstuvo al entender que "incurría en errores". La de los populares no obtuvo apoyo alguno (salvo el propio) por plantear una "reducción de la presión fiscal sin fundamento" y "mantener las subvenciones a los toros", y la de Ciudadanos y Marea tampoco salieron adelante. Esas posturas y la minoría mayoritaria del BNG salvó la papeleta, de momento, al gobierno local. Otra cosa es, de celebrarse, el pleno definitivo, donde parece más probable el voto en contra general, pero sin disponer de un presupuesto alternativo que toda la oposición pueda imponer al alcalde Miguel Fernández Lores.

La proximidad de la campaña electoral parece ser la causa de que, por el momento, no haya "pinza" contra el BNG. Así se desprende de las explicaciones posteriores de los protagonistas y es la interpretación que hace González Carballo, que admitió que "de otra manera no se puede entender lo ocurrido hoy. Todos quieren distanciarse de los demás por la campaña electoral". De hecho, el edil nacionalista acudía a la comisión convencido de que su borrador quedaría en papel mojado, pero salió dos horas después con un dictamen favorable. Eso sí, respaldado en los únicos votos del BNG. El documento incluye además tres correcciones derivadas de tres enmiendas sí aprobadas por la oposición: dos de Ciudadanos referidas a la contratación de un nuevo trabajador de Servicios Sociales y a la reserva de fondos de integración para los adjudicatarios de las viviendas de Valdecorvos, y una de Marea que propone que 1,2 millones reservados a accesibilidad en el rural sean repartidos directamente por los vecinos. Esta última también fue apoyada por el BNG, si bien no se ha definido cómo se decidirá ese reparto.

A la espera del pleno

Ahora queda decidir si habrá o no pleno y, sobre todo, cuándo, ya que podría aplazarse a después del 20-D para evitar ya la "contaminación" electoral. El alcalde mantendrá contactos con los demás portavoces para decidirlo. González Carballo, por su parte, señaló ayer que alberga "cierta esperanza (de que salga adelante su borrador presupuestaria de 72 millones de euros), aunque hay pocos resquicios para ello", puesto que los grupos de la oposición no parecen dispuestos a repetir en el pleno la división de ayer. Eso sí, en esa sesión no habrá presupuesto alternativo. Si se atisba ese peligro, el BNG retirará el asunto, una potestad del alcalde.

El concejal de Facenda explicó que en estos días previos "tuve conversaciones informales con el PSOE, Marea y Ciudadanos, pero no con el PP porque desde el primer día marcó unas lineas rojas inasumibles". En todo caso, ese diálogo no llegó a pacto alguno, si bien sí se incorporaron algunas "ideas captadas en esos encuentros", como ampliar los fondos para elaborar el PXOM, elevar la partida de infraestructuras deportivas y de saneamiento".