"Está claro que para hacer viales seguros y amables, tiene que ser el Concello, porque la Xunta nunca quiere saber nada. Ya lo vemos en la PO-531 y ahora en la PO-546". Así se manifestó el concejal de Infraestruturas, César Mosquera, ante la oferta autonómica de cesión de titularidad. El gobierno local recuerda que "cada vez que se cede una carretera, o se entrega en buenas condiciones o se realiza una transferencia de fondos para ello, pero en este caso la Xunta únicamente quiere desprenderse de ella sin más y cargar a otro los gastos". Por ello, señala que el Concello encargará un informe a sus técnicos para determinar el estado real de la carretera y las mejoras que necesitaría, con el fin de negociar después un convenio con la Xunta para obtener fondos autonómicos con los que actuar. También habrá que determinar qué tramos pasarían a manos municipales, ya que parte de la carretera discurre por Marín.