La oposición dispone desde ayer de la documentación completo del borrador de presupuestos municipales para 2016, un documento que se incrementó a última hora hasta los 71,9 millones de euros al incorporarse algunas partidas para "animar" a algún grupo a apoyarlos, ya que el BNG necesita de al menos un voto (o una abstención) de los demás partidos para aprobarlos. Más dinero para elaborar el nuevo Plan de Urbanismo, mejoras en el servicio de ayuda a domicilio y algún recorte en publicidad son algunas de esas variaciones. Aunque se ha diseñado ya un calendario para los análisis en comisión, el gobierno local no descarta ahora aplazar ahora su debate plenario hasta después de las elecciones generales del 20 de diciembre. La razón, el más que previsible voto en contra de toda la oposición en plena campaña electoral -en la que pugnan todos los partidos municipales- y que arranca el próximo 4 de diciembre.
El concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, explicó ayer que "no nos gustaría" tener que debatir el presupuesto de 2016 en esa época, con el añadido de que la próxima semana el BNG volverá a contar con la ausencia del alcalde, Miguel Fernández Lores, debido a un viaje a París, donde Pontevedra participará en la Cumbre del Clima. Por el momento, el gobierno local no cuenta con garantía alguna de que ninguno de los grupos de la oposición dé su confianza al documento, si bien el PP volvió a insistió ayer en su "creencia" de que el BNG se guarda "un as en la manga", que no es otro que la postura de Ciudadanos y recordó que en la comisión de ayer, donde se entregó toda la documentación, se adoptaron otros acuerdos económicos sobre modificaciones de crédito y pagos de facturas que fueron aprobados en su totalidad y la edil de C´s, María Rey, fue la única que en todos los casos votó a favor. Eso sí, la propia Rey se mostraba hace unos días "cansada" de estar considerada como la "edil número 13 del BNG" y exponía como ejemplo que su grupo fue el único que votó en contra del presupuesto del Instituto Municipal de Deportes.
Tres grupos decantados
Lo que sí parece claro es que PP, PSOE y Marea ya tienen una postura adoptada sobre estas cuentas, y es de rechazo, si bien en la comisión de ayer no hubo pronunciamiento oficial al respecto. Todos ellos tienen de plazo hasta el sábado para formular enmiendas y propuestas de modificación, que serán analizadas con "cariño y simpatía" por el gobierno local, según declaró ayer González Carballo. En todo caso se establecen límites a esas hipotéticas negociaciones: "que no ataquen la linea de flotación del presupuesto". Y esa línea es la que podría estar en peligro si el debate plenario se desarrolla en plena campaña electoral, donde cada grupo tratará de marcar diferencias con los demás y una alianza presupuestaria se considera descartada. Es por ello por lo que el asunto podría quedar sobre la mesa hasta después del 20-D. La única opción que admite el gobierno local para celebrar ese pleno es en el arranque de la campaña (entre el 4 y el 7 de diciembre).
Sea como sea, el gobierno local ya tiene preparada su estrategia en el caso de que toda la oposición se una contra las cuentas de 2016 y apruebe enmiendas contra la citada linea de flotación. Se prorrogaría el presupuesto de 2015 y se desconvocaría el pleno correspondiente. No sería la primera vez.
