El gobierno de Cuntis estudia la instalación de medidas de seguridad en la casa consistorial para evitar que se reproduzcan sucesos como el acaecido entre la noche del viernes y la madrugada del sábado en la que las oficinas de la sede municipal sufrió un asalto. Desde la subdelegación del gobierno apuntan que los hechos "serán esclarecidos".
Los funcionarios del Concello se incorporaban ayer a las dependencias municipales tras el asalto en lo que fue una jornada atípica en la casa consistorial. Buena parte de los trabajos se centraron ayer en tratar de esclarecer qué se podrían haber llevado los asaltantes. Tras las primeras búsqueda, el alcalde, Manuel Campos, apuntaba en la tarde de ayer a que siguen sin "hechar en falta nada" una situación que para el regidor "no tiene mucha explicación posible".
Y es que los asaltantes, aparentemente, no se llevaron ningún objeto, ni ordenadores ni cuadros, ni teléfonos. El hecho de que no sustrajeran en principio nada pero que revolvieran en todos los despachos es lo que inquieta y preocupa al gobierno local. En ese sentido, Campos confirmaba en la mañana de ayer la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Cuntis, que investiga ya el caso.
El "inquietante" suceso, considerado por el regidor como "muy grave", atrajo la atención personal del subdelegado del gobierno, Antonio Coello, quien telefoneaba personalmente ayer a Campos para intersarse por la situación. En ese sentido, Coello le transmitió al alcalde el compromiso por esclarecer lo sucedido.
Campos apuntaba ayer que el suceso no parece estar relacionado con ningún otro acto similar reciente en el municipio y hacía un llamamiento a la cooperación ciudadana para tratar de ayudar a esclarecer la situación. "No tenemos ningún tipo de pistas, por eso es importante que si la gente vio algo raro lo comunique", apuntó el regidor.
Lo cierto es que el asalto a la casa consistorial levantaba este fin de semana todo tipo de rumores en el municipio. En el caso de que el objetivo fuese algún expediente, el alcalde apuntaba que en el municipio no hay abierto ningún conflicto que pueda llevar a pensar en que los asaltantes quisiesen hacerse con una información concreta, aunque existe información confidencial y reservada en las oficinas municipales. El alcalde, junto con el concejal Enrique Portela, fueron los últimos en abandonar la casa consistorial el viernes, antes de producirse el asalto.
