Ante el elevado volumen de edificios, naves industriales y casas unifamiliares que tendrán que pasar la evaluación, la propia Ordenanza establece un calendario, con el objetivo de llegar al año 2018 con la totalidad del parque edificatorio de más de 50 años revisado. Así, en 2015 tienen que pasarla los edificios construidos antes de 1943 y en 2016 los edificios de 1953. Los inmuebles anteriores a 1963 deben entregar el certificado en 2017 y hasta el final de 2018, las viviendas unifamiliares y edificaciones de uso no residencial.

Los edificios BIC, catalogados o inventariados, dispondrán de tres plazos diferentes: los anteriores a 1900 hasta el final de este año; los anteriores a 1925, hasta el final de 2016: y las edificaciones rehabilitadas integralmente a partir de 1990, hasta el final de 2018.