La presidenta de la asociación Protectora de Animais de Cambados, Olga Costa, afirma que estos días ha vivido una de las experiencias más duras de su vida, al asistir a la separación de tres mujeres (una madre y sus dos hijas) de sus tres perros. La madre es una víctima de la violencia de género de la zona de Pontevedra, y tiene que abandonar su residencia porque le han asignado protección policial y una casa de acogida para víctimas de violencia de género.

Pero en este centro al que va no admiten ni hijos mayores de edad, por lo que la mujer tendrá que separarse de su hija de 19 años, ni mascotas, por lo que también ha tenido que dejar atrás a sus tres perros, todos ellos de más de 10 años. Olga Costa ha hecho pública la historia con el consentimiento de la víctima a través de la página oficial de Facebook del Refugio de Cambados y asegura que ha sido para ella "una experiencia durísima" el ver la amargura con la que las tres mujeres se separaban de sus mascotas en las instalaciones de la Protectora arousana.

Olga Costa relata que la mujer tenía tres días para buscar un nuevo hogar a los perros y que llamó a Cambados después de que en otras protectoras le dijesen que no le podían recoger los animales. Una veterinaria le proporcionó el teléfono del refugio de Cambados, y la mujer probó suerte. "Sabía que estábamos lejos y que había más refugios cercanos, pero no tenía más tiempo... Mientras ella empezaba a llorar, se podía oír a una niña pequeña que le decía 'mamá, no llores'. Me partió el alma. Mi intuición me decía que había algo más y no lo dudé. Le dije que los trajera al día siguiente", explica Costa.

La presidenta de la Protectora de Cambados asegura que la madre y sus dos hijas (la menor tiene solo cinco años) llegaron a las instalaciones de Corvillón "destrozadas, llorando", y que fue entonces cuando la mujer le explicó que tenía una orden judicial para cambiar de residencia. "Nos contó que el perro grande estaba muy unido a ella, que cuando el marido le pegaba el perro se ponía delante para que le diese tiempo a huir y después escapaban juntos". "No os puedo decir que dura fue la despedida, no os podéis imaginar que llantos ni que aullidos de los perros por dejarlos", añade Costa en su escrito personal.

La presidenta de la Protectora de Cambados hizo públicos estos hechos coincidiendo con la Marcha estatal contra las violencias machistas, que reunió ayer en Madrid a miles de personas. De O Salnés viajaron docenas de vecinos, en muchos casos en los autobuses fletados por la Diputación.